El número de niños sirios que se han visto obligados a abandonar sus hogares a causa de la guerra civil ya ha alcanzado el millón, según han informado este viernes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en un comunicado conjunto. Las agencias de la ONU han explicado que este millón de niños está identificado, ya que han ayudado a las familias, que en su mayoría viven en algún tipo de asentamiento más o menos seguro, a conseguir los certificados de nacimiento para evitar que se conviertan en personas sin Estado.
De acuerdo con sus cifras, del millón de niños sirios refugiados en otros países, 768.000 tienen menos de 11 años de edad y unos 7.000 han muerto en la guerra civil. UNICEF y ACNUR han advertido de que, al margen de las consecuencias psicológicas, “los jóvenes refugiados se enfrentan a peligros como la explotación sexual, los matrimonios y trabajos forzados y el tráfico de menores”. “No son solo números. Es una forma real de arrancar a los niños de sus hogares y, en algunos casos, de sus familias, enfrentándoles a horrores que solamente podemos empezar a comprender”, ha dicho el director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake.