A través de una reforma al código penal de la Santa Sede, el Papa Francisco endureció las penas contra los delitos cometidos contra menores.
El sumo pontífice aprobó la reforma al sistema penal del Vaticano, que refuerza las condenas a quienes participen de abuso sexual, prostitución, venta de niños y violencia física, según dieron a conocer las agencias ANSA y EFE.
Apenas asumió el pontificado, hace 4 meses, Francisco había dicho que actuaría «con decisión» contra los casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica, siguiendo la misma línea de «tolerancia cero» de su predecesor.
Con la reforma anunciada hoy, que afectará también a los nuncios y al personal diplomático de la Santa Sede, Francisco pretende adecuar la legislación vaticana a la legislación internacional, también en materia de lucha contra la criminalidad internacional, el lavado de dinero y el terrorismo.