Al menos tres manifestantes murieron y varios más resultaron en un tiroteo entre el ejército y partidarios del derrocado presidente Mohamed Mursi en El Cairo.
Los disparos tuvieron lugar cerca de un edificio de la Guardia Republicana, una unidad militar que tiene a su cargo proteger a la presidencia egipcia.
Antes, un soldado egipcio murió durante la madrugada del viernes en un ataque coordinado por militantes islamistas que dispararon con cohetes y ametralladoras contra una estación de policía y puestos militares en el Sinaí.
El fallecido recibió un disparo en la cabeza en el ataque contra el puesto de control de Al Yura, al sur de la zona de Sheij Zaued, en el que también resultaron heridos dos reclutas, señalaron fuentes médicas a la agencia estatal Mena.
Además, hombres enmascarados abrieron fuego desde vehículos todoterreno contra puestos de control junto al aeropuerto internacional de Al Arish, capital del norte del Sinaí y próxima a la frontera con la franja de Gaza.
Un helicóptero militar despegó después del aeropuerto y comenzó a perseguir a los atacantes, alcanzando a uno de sus vehículos, según la agencia, que no dio más detalles.
Grupos armados también dispararon contra la policía en otros tres puestos de control y en el campamento de la seguridad central de Al Ahrash en la vecina zona de Rafah, a lo que las fuerzas egipcias respondieron con disparos.
Tras el derrocamiento del régimen de Hosni Mubarak en 2011, la península del Sinaí se ha convertido en un foco de inestabilidad y escenario de ataques contra policías y gasoductos, actos de contrabando y secuestros.
Tras los ataques, el Ejército anunció el estado de emergencia en las provincias de Sinaí del Sur y Suez. El comandante del Tercer Ejército de Campo, Osama Asakar, dijo que el «estado de alerta» había sido elevado a su más alto nivel.