Frente a la Avenida Jaime Gil, Rubén y Juan Manuel esperan una nueva oportunidad de la vida. Tuvieron esposas e hijos, pero lo perdieron todo y quedaron en la calle.
Rubén y Juan Manuel sobreviven debajo de una lona, a pocas cuadras de la opulencia del microcentro, sin más sustento que una amistad que parece inquebrantable.
Detrás del predio de la empresa de colectivos TUS y frente a la avenida Jaime Gil, los amigos levantaron una estructura de lona y frazadas. El resto de sus pertenencias son una vieja sartén, una silla de plástico y la ropa que solidariamente le aportan algunos vecinos.
Ambos tenían mujer e hijos, aunque el alcoholismo y la marginalidad los expulsó definitivamente del hogar.
«Me dejaron tirado como un conejito, no me queda nada», afirmó Rubén, quien es analfabeto y tiene una lesión en la pierna que le impide realizar tareas de fuerza.
Juan Manuel lamenta que algunas personas roben sus precarias pertenencias mientras duermen y esperan la ayuda aliviadora de los riocuartenses.
Para colaborar:
Dirigirse a Avenida Jaime Gil, detrás del depósito de la firma TUS.