Ciudadanos colombianos que residen en Río Cuarto rechazaron las denuncias de trabajo esclavo, que provocaron un megaoperativo de la AFIP y Gendarmería en varias ciudades del país.
En diálogo con Telediario aseguraron que «en los talleres se fabrican muebles de madera y nadie está obligado a trabajar».
«No tenemos vinculación con los lugares allanados, pero si tenemos conocidos. Sabemos que nuestros amigos colombianos estaban trabajando para poder subsistir», indicó Carlos, uno de los voceros.
Aseguró que los trabajadores «son familiares que llegaron desde Colombia por un futuro mejor y educación gratuita»
«No hubo rescate de personas en situación infrahumana. Había personas que no podían pagar un alquiler. Se reunían entre todos y abonaban el arriendo. Muchos tienen aún familia en Colombia y necesitan girar dinero allí», aseveró.
Añadió que «hay una discriminación por ser colombiano y relacionan todo con las drogas, pero nada que ver».
Por su parte, Juan Betancourt, esposo de una mujer detenida en el operativo efectuado en Río Cuarto, consideró que «no hay pruebas para que ella permanezca presa».
«Tenemos un hijo de cuatro años que necesita de su mamá. Vivíamos en el galpón al frente del Cementerio y todos tenían su plata, comían, iban a los boliches, una vida normal», subrayó.