Las caries son una epidemia.Según el más reciente estudio epidemiológico, los problemas odontológicos afectan a más de la mitad de la población del planeta.
“Hay casi 4.000 millones de personas en el mundo que sufren de afecciones de la salud bucal sin tratar, las cuales les provocan dolores de muelas y evitan que coman y posiblemente que duerman de forma adecuada”, declaró a través de un comunicado de prensa Wagner Marcenes, del Instituto de Odontología de Queen Mary en la Universidad de Londres (Reino Unido). Este total ni siquiera incluye las caries pequeñas ni las enfermedades leves de las encías, así que nos estamos enfrentando a unos problemas graves en la salud bucal de la población”, agregó el investigador. Tras una revisión sistemática de los datos globales de 291 enfermedades y lesiones odontológicas, Marcenes y sus colegas hallaron que las caries no tratadas en los dientes permanentes afectan al 35 por ciento de la población global, cifra que las convierte en el trastorno bucal más frecuente de todos.
Perspectivas
Para peor, las perspectivas en función de la evolución de esta epidemia no son muy promisorias: la carga global de las enfermedades odontológicas aumentó en 20 por ciento entre 1990 y 2010. Además, se observa un patrón muy preocupante, que es un cambio de las caries graves a la enfermedad grave de las encías y a las caries que no reciben tratamiento.
“La pérdida de dientes es con frecuencia el resultado final cuando los tratamientos preventivos o de conservación para las caries y la enfermedad de
las encías no funcionan o no están disponibles”, se lamentó Marcenes.
3 de cada diez chicos de 13 a 17 años se lavan los dientes todos los días, según una encuesta.
Claves para prevenir la enfermedad
La prevención de las caries y el cuidado de la salud bucal comienzan desde el momento del nacimiento, y acompañarán al niño a través de todo su desarrollo y su ingreso primero en la adolescencia, y luego en la edad adulta. De ahí las recomendaciones de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP):
– No colocar miel ni otro endulzante en el chupete del bebé, tetinas ni en las encías.
– Llevar al niño al odontólogo con la aparición del primer diente de leche.
– Limpiar los dientes del bebé con un paño o gasa después de cada comida.
– Proteger el primer molar permanente, que aparece a los 6 años detrás de los dientes de leche.
– Usar dentífrico, porque el flúor que contiene previene las caries.
– Mantener siempre limpios los aparatos de ortodoncia, porque por sí mismos no producen caries, pero sí favorecen la retención de alimentos.
– Cepillar todas las caras del diente luego de todas las comidas y, sobre todo, antes de acostarse y al levantarse. El cepillado más importante es el que se realiza por la noche, después de la última ingesta.
– Consultar periódicamente al odontólogo.
Fuente Journal of Dental Research