Aunque los gemelos compartan los mismos genes y crezcan en el mismo entorno, desarrollan distintas personalidades y se comportan de una manera cada vez más diferenciada a medida que se hacen mayores. Científicos del Instituto Salk en La Jolla, California, han realizado experimentos con ratones para averiguar si esas diferencias se reflejan en el cerebro. Y han llegado a la conclusión de que el tiempo que dedicada cada gemelo a explorar el entorno a lo largo de su vida se traduce en diferencias importantes en el número de neuronas que contiene una zona del cerebro implicada en el aprendizaje y la memoria.
Estas diferencian aumentan a medida que los sujetos envejecen, de tal modo que aquellos que en sus experiencias individuales tienen más actividad de exploración del entorno generan tres veces más cantidad de neuronas en el hipocampo. Y eso hace que sus personalidades, patrones de comportamiento y preferencias diverjan, según explican los autores de la investigación en la revista Science. Además, a medida que cambia su comportamiento también se modifica el modo de usar y desenvolverse en el entorno, potenciando que cada uno desarrolle una personalidad única.
Que el ejercicio estimula la neurogénesis ya era conocido por los científicos, pero esta es la primera vez que una investigación relaciona el nacimiento de nuevas neuronas y la evolución del cerebro con la intensidad con la que un individuo explora el entorno. Dicho de otro modo, la forma en que vivimos, las pequeñas elecciones y experiencias cotidianas, determinan cómo somos y cambian nuestro «cerebro plástico».
Fuente Revista Science