Los últimos 30 días no fueron fáciles en Venezuela. La muerte del comandante Hugo Chávez Frías, el inicio del proceso electoral y las elecciones que se celebraron el último domingo llevaron a este país a estar a 48 horas de concluido el escrutinio en un estado de incertidumbre, provocado por uno de los candidato que no acepta las leyes internas de éste país de Sudamérica y el resultado de las urnas.
Los números del acta de proclamación leída el último lunes en la sede del Consejo Nacional Electoral por las autoridades indica que Nicolás Maduro Moro obtuvo 7.563.747 votos en su favor, esto es el 50,75 % de los sufragios emitidos, mientras que Henrique Capriles Radosky sumó 7.298.411 votos, el 48,97 % de los sufragios emitidos.
El resto de los candidatos que se presentaron, no llegaron al 1% de los sufragios emitidos, y hubo una participación del 79,17 % de venezolanos. El electo presidente es Nicolás Maduro, no hay dudas porque estos números son irreversibles.
Desde el mismo momento en que se conocieron estas cifras, desde el Comando Electoral Simón Bolívar no se reconocieron los mismos y Henrique Capriles convocó a sus seguidores a un cacerolazo para el lunes en todo el país, en una conferencia de prensa donde llegó a expresarles a los miembros del Consejo Nacional Electoral: “señores ustedes deben elegir porque puerta desean irse”.
A ello se sumó una campaña de desprestigio en cada una de las conferencias de prensa que brindó a periodistas acreditados nacionales e internacionales, y solicitó una y otra vez el conteo de las “cajas” –urnas en nuestro país-.
La República Bolivariana de Venezuela cuenta con uno de los sistemas de votación electrónicos más desarrollados en el mundo, lo que indica que no reconocer lo dictado por el Consejo Nacional Electoral es no darle validez al trabajo de un gran número de personas que con mucha capacidad técnica pusieron en funcionamiento la jornada electoral que contó con poco menos del 22% de abstención en toda Venezuela.
La Mesa de Unidad Democrática no cesó hasta la noche del martes –lo corrobora la entrevista exclusiva que Capriles le otorgó a la CNN-, su campaña de continuar enviando sombras sobre un resultado electoral legítimo, participativo y democrático.
Las leyes en el hermano país de Venezuela son claras con respecto al proceso electoral. Una vez que se audite el 54% del sistema –cotejar soportes físicos –acta y cuaderno de votación y cajas- si es que se producen inconsistencia- se da a conocer el acta de proclamación, hecho que se llevó a cabo el lunes por la tarde cuando Nicolás Maduro Moro recibió ese honor por parte de las autoridades del CNE.
Desde el Palacio de Miraflores, primero y después en cada una de las actividades que tuvo después, Nicolás Maduro les expresó a sus seguidores a manifestarse “en paz y con alegría”.
Además, en cada una de sus apariciones denunció “la intromisión de Estados Unidos, que son quienes financian a la derecha antidemocrática de Venezuela”.
El electo presidente asumirá el próximo viernes, fecha en la que se celebra en Venezuela el “Día de la Patria”, y convocó a llenar Caracas para ese momento.
En tanto, desde la fiscalía general del Estado se comenzaron procesos judiciales para quienes protagonizaron los mayores incidentes en las distintas ciudades de varios estados de Venezuela.
Siete muertos, más de medio centenar de heridos y más de un centenar de detenidos es lo que oficialmente se conocer en Venezuela hasta las últimas horas del martes.
Llegó el tiempo de Nicolás Maduro para gobernar la República Bolivariana de Venezuela, y, todos los ojos de Latinoamérica y el mundo se posan en este país que posee una de las mayores reservas de uno de los bienes comunes más trascendente en el mundo como es el petróleo.
Carlos Valduvino, secretario General del CISPREN – Secretario de Interior CTA-Córdoba.- Prensa Red