Cada vez se posterga más la maternidad hasta después de esa edad. Pero, al mismo tiempo, la fertilidad declina naturalmente y, por lo tanto, lograr un embarazo puede llevar más tiempo de lo esperado.
En los últimos tiempos se ha instalado a nivel mundial, una sensación de supuesta disminución en la fertilidad de las mujeres o, dicho de otro modo, la idea de que habría un aumento en la cantidad de casos de mujeres que no pueden lograr un embarazo por vías naturales.
Pese a esta «sensación», una reciente revisión histórica en Estados Unidos indica que en los últimos años la tasa de fertilidad no ha declinado sino que se mantuvo estable: esto rompe un mito que parece ya haberse instalado entre nosotros. Sin embargo, según este mismo estudio, lo que sí ha ocurrido es que se ha incrementado progresivamente la edad en la que las mujeres comienzan a buscar un embarazo. En otras palabras, se está postergando cada vez más la maternidad y esto termina por complicar las chances de embarazo.
La edad
Tenemos una edad «ideal» para concebir. Esta es entre los 20 y los 24 años en la mujer. Este es el pico máximo de fertilidad que, luego, comienza a declinar. Hasta los 30 o 32 años la disminución de fertilidad es muy leve, es decir que casi no se nota. En general, la etapa más fértil de la mujer es bastante amplia, pero cuando se comienza a buscar un embarazo recién a los 32 años, las chances se tornan cada vez más bajas.
Los 35 años: punto de inflexión
A esa edad, hay una disminución importante de la fertilidad en la mujer. La explicación está en que ésta nace con una determinada cantidad de óvulos y éstos nunca más se dividen, o sea que los óvulos tienen la misma edad que la mujer. Después de los 35 años, la capacidad del óvulo de fertilizarse es naturalmente menor. Después de los 38 años hay un cambio importante, tiene que ver con la capacidad celular de regeneración. Después de los 41 años la fertilidad baja muchísimo porque la edad natural de la mujer para ser madre termina más o menos a los 41 a 44 años.
Al pasar esta edad clave se hace más difícil lograr un embarazo pero, si finalmente éste se logra, cuesta más retenerlo y que no se interrumpa el proceso por la alta tasas de abortos espontáneos. La causa natural es que hay menos óvulos y éstos, además, al ser de mayor edad, tienen mecanismos celulares menos perfectos para corregir los defectos que normalmente ocurren en los embriones y es más frecuente que haya embriones genéticamente anormales.
Fuente suplemento Vida Sana