El papa Francisco beatificó este jueves a 58 sacerdotes asesinados durante la Guerra Civil española y a un italiano que ayudó a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial y después murió a manos de los nazis, entre otros.
Así lo informó hoy el Vaticano, al señalar que el papa argentino aprobó ayer un milagro, 62 martirios y 7 virtudes heroicas en distintas causas, tras recibir al Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Amato.
En el caso de los españoles, el papa decretó el «martirio» de Manuel Basulto Jiménez, obispo de Jaén, España, y de cinco compañeros, «muertos por odio a la fe en España, en 1936», con lo que ahora son ahora considerados mártires y están más cerca de la canonización.
El papa argentino aprobó también el martirio de Joaquín Jovani Marín y 14 compañeros de la Sociedad de los Sacerdotes Operarios Diocesanos -muertos entre 1936 y 1938-; y del sacerdote de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, Andrés de Palazuelo, y de otros 31 religiosos.
Para llegar a la declaración de canonización existen dos caminos: la vía de las virtudes heróicas y la del martirio; es decir que la persona haya muerto en defensa de su fe.
Con la declaración del martirio, los religiosos ya no necesitan de la confirmación de un milagro y quedan declarados beatos, el escalón anterior a la santidad.
Según consigna la agencia DPA, el papa argentino también reconoció el martirio de los italianos Giuseppe Girotti, que murió en el campo de concentración nazi de Dachau, y Rolando Rivi, asesinado por los partisanos en 1945, así como de otros tres sacerdotes muertos durante los regímenes comunistas de Hungría y Rumanía en los años 50 del siglo pasado.