Una brasileña de 116 años considerada una de las más ancianas del país, confesó que nunca tuvo un novio en su vida, por temor a desagradar a su padre.
«Soy muy feliz y no tengo nada que reclamar, porque mi felicidad no está en los hombres», dijo Margarida Alexandrina de Oliveira, quien cumplirá 117 años el próximo 6 de julio.
Margarida tuvo tres hermanos, que ya fallecieron, al igual que sus padres, y vive con una cuñada en la ciudad de Cruzeiro do Sul, en el interior del estado amazónico de Acre.
Dijo que además del temor a lo que pudiera pensar su padre si hubiera tenido algún novio, también decidió seguir un consejo que le dio alguna su vez su madrina de bautismo: «Nunca te cases».