El ex mediocampista del seleccionado argentino de fútbol llegó cerca de las 20 en su camioneta negra Jeep junto con su representante, Daniel Bolotnicoff, al country Isla del Sol, donde vive Massa.
Riquelme, de 34 años, en un principio quería jugar en el exterior pero ante la imposibilidad de hacerlo se inclinaría por Tigre, club muy emparentado con su familia.
Massa ya le adelantó a Riquelme que los 2.000.000 de dólares para pagarle a Boca (es el monto de la cláusula que rige para que juegue en un equipo de Argentina) los aportará uno de los auspiciantes de Tigre, el banco Macro.
A todo esto, desde el club de La Ribera anticiparon que si Tigre abona esa cifra de dinero, no pondrá ninguna traba para que el 10 se ponga la camiseta de la entidad de Victoria.
Para el intendente de Tigre es un sueño que Riquelme juegue el torneo Final y la Copa Libertadores con la camiseta de «azulgrana».
Y para el 10, la clasificación a la fase de grupos de la Libertadores fue lo que terminó de entusiasmarlo con la chance de llegar al club del norte de la provincia de Buenos Aires.
Riquelme habló telefónicamente por más de media hora con Néstor Gorosito, el entrenador de Tigre, luego del gran triunfo (3-0 sobre Anzoátegui), que derivó en la histórica clasificación para la fase de grupos de la Copa.
Riquelme se sumaría, así, a Gabriel Peñalba (Argentinos Juniors), Sebastián Rusculleda (Deportivo Quito) y Mauro Fernández (Estudiantes de La Plata), quien firmará mañana. La chance del cuarto cupo surgió a partir de la lesión de Emanuel Pío.