Volkswagen viene trabajando en este prototipo hace unos cuantos años con el objetivo de que algún día se convierta en realidad y parece que ha llegado el día. Este modelo, que se fabricará en la planta alemana de Osnabruck, conjuga una serie de características que lo convierten en un producto único.
Cuenta con un peso reducido de 795 kg, una carga aerodinámica de excelencia (llama la atención su poca altura) y un bajo centro de gravedad. Todo esto se suma a un sistema híbrido formado por un motor a gasolina de dos cilindros y 47 CV y un motor eléctrico de 20 kW que lleva acoplada una transmisión de siete velocidades DSG.
Esta motorización, ejemplo de los avances logrados por Volkswagen en las energías alternativas, permite un consumo inigualable hasta el día de hoy de 0.9 litros cada 100 km. Las emisiones contaminantes se limitan a solo 21 g/km de CO2.
El bajo peso combinado con el trabajo en la carga aerodinámica permite, a pesar de contar con una motorización pensada para el bajo consumo, que pueda acelerar de 0 a 100 km/h en 12.7 segundos y de alcanzar una máxima de 160 km/h. A su vez, el vehículo de dos plazas es capaz de recorrer con propulsión exclusivamente eléctrica 50 km, utilizando menos de 0.1 kWh para transitar cada kilómetro.
Fuente Info autos