Según varios nutricionistas es porque tiene menor índice glucémico que si está excesivamente cocida. Esto implica que con la pasta “al dente” los hidratos de carbono se liberan de forma progresiva a la sangre, por lo que las personas que realizan actividad física, como los deportistas, pueden rendir durante más tiempo si la consumen cocinada de este modo.
Para cocinar la pasta «al dente» resulta primordial utilizar en torno a un litro de agua por cada 150 gramos de pasta. Se puede añadir un chorrito de aceite de oliva y llevar a ebullición. Cuando rompe a hervir, se añade un puñado de sal y cuando el agua está hirviendo, se añade la pasta. Aunque algunos cocineros aseguran que se puede comprobar si un espaghetti «al dente» lanzando un trozo a un azulejo y observando si se queda pegado, otro método más limpio consiste en extraer una pieza del agua, partirla por la mitad y comprobar que en el interior queda un fino hilo central de pasta cruda.
Fuente www.muyinteresante.es