El Gobierno de las Islas decidió que el 11 y el 12 de marzo los habitantes del archipiélago decidan si quieren continuar bajo la órbita política británica. Argentina rechaza la iniciativa
Durante esos dos días, los residentes legales en Malvinas podrán responder por «sí» o «no» a la pregunta «¿Desea que las Islas Malvinas conserven su estatus político actual como un Territorio de Ultramar del Reino Unido?».
Según explicaron las autoridades locales en un comunicado, la decisión de realizar el referendo durante dos días se tomó para «dar a todos la máxima oportunidad de ejercer su derecho al voto», cuyo resultado demostrará «de manera clara, democrática e incontestable la forma en que la gente de las Islas Malvinas desea vivir sus vidas».
El gobierno en Malvinas consensuó, luego de dos semanas de deliberaciones, que antes de la pregunta se incluya un texto introductorio en el que se menciona el contexto en que tendrá lugar («la Argentina está llamando a negociaciones sobre la soberanía de las Islas») y deja abierta la posibilidad incluso de un resultado favorable a modificar el actual estatus.
«Si la mayoría de los votos emitidos es en contra de la situación actual, el Gobierno de las Islas llevará a cabo las consultas necesarias y los trabajos preparatorios con el fin de llevar a cabo un referéndum sobre las opciones alternativas», planteará el texto previo a la pregunta.
Ese apartado, además, indicará que «el actual estatus político de las Islas es el de un Territorio de Ultramar del Reino Unido. Tienen autonomía, y el Reino Unido es el responsable de asuntos como la defensa y las relaciones exteriores. Conforme a su Constitución, el pueblo de las Islas tiene derecho a la autodeterminación, que puede ejercer en cualquier momento».
El anuncio de realizar un referendo se conoció el 12 junio pasado, días antes de un fuerte cruce entre la presidenta Cristina Kirchner y el primer ministro británico, David Cameron, en Los Cabos, México, en el marco de una cumbre del Grupo de los 20 (G20).
Allí, Cameron le pidió a la Presidenta que la Argentina «respete» el referendo, para luego negarse a recibir un sobre que la jefa de Estado le quiso entregar con 40 resoluciones de las Naciones Unidas en las que se insta al diálogo bilateral para abordar la cuestión de la soberanía.
Hace dos semanas, al cumplirse 180 años de la ocupación británica de las Islas, la Presidenta envió una carta a Cameron en la que lo instó a «acatar las resoluciones de Naciones Unidas» en torno al archipiélago.
«Hace 180 años, un 3 de enero, en un ejercicio descarado de colonialismo del siglo XIX, la Argentina fue despojada por la fuerza de las Islas Malvinas, situadas a 14.000 kilómetros de distancia de Londres», remarcó el texto, que luego de afirmar que los habitantes fueron «expulsados» por la Marina Real para «implantar población», lamentó que «desde entonces Gran Bretaña, la potencia colonial, se ha negado a devolver los territorios».
Un día después, en una entrevista con la BBC, Cameron rechazó los términos de la misiva, y volvió a pedir que se «respete el derecho de los isleños a determinar su futuro».