La tercera noche de la 53era. edición del Festival de Folclore de Cosquín arrojó dos nuevos ejemplos de diversidad musical con el retorno del cuarteto y la presencia del santiagueño Leo Dan.
La presencia de Carlos «La Mona» Jiménez en Cosquín 2012 -fue el músico que más entradas vendió- alimentó la invitación de Chébere, formación cuartetera con 38 años de recorrido y el incentivo de la reaparición de sus cantantes históricos: el «Turco» Julio, el «Negro» Videla, Rubinho, Fernando Bladys y «El Rey» Pelusa.
El origen rural del cuarteto, su contacto con las músicas de la inmigración, la inversión de los acentos, el examen de su historia y su afinidades o lejanías con los ritmos folclóricos no estuvieron en la balanza de la convocatoria.
A su turno, el santiagueño Leo Dan, vendedor de 40 millones de discos en su carrera, entregó «Corazón atamishqueño», una chacarera compuesta junto con Carlos Carabajal, y luego se dedicó a repasar los éxitos de sus tiempos de la Nueva Ola, que lo distanciaron del folclore.
En el prólogo de la noche, los acordeonistas Raúl Barboza y Chango Spasiuk habían presentado la honda belleza de la música litoraleña en dúo y con diferentes formatos. Fue en la misma noche. En el mismo festival.