«Lo de Iturbe está hecho en un 83 por ciento», dijo Diego Turnes, vicepresidente primero del club de Núñez.
El futbolista, quien está con el seleccionado argentino Sub 20 en Mendoza jugando el Sudamericano de la categoría, querría seguir su carrera en Europa (juega en Porto de Portugal), según confesó su entorno, pero en River son «optimistas» de poder hacerlo cambiar de idea y así contratarlo.
Lo de Fabbro, de 30 años, es complicado. River realizó una oferta formal a Cerro Porteño, de Paraguay: la compra del 50 por ciento, a cambio de 2.000.000 de dólares, más la cesión de un jugador: Mauro Díaz o Daniel Villalva.
Pero Juan José Zapag, el presidente de Cerro Porteño de Paraguay, desestimó anoche una posible venta de su máxima figura, argumentando que si la entidad de Núñez lo desea deberá abonar 4 millones de dólares por su transferencia.
«Fabbro es una estrella y se venderá como tal. Y como todo astro, se vende al 100 por ciento. Nada de transferir porcentajes parciales. Y mucho menos aceptaremos la cesión de un jugador en la operación. De ninguna manera», le confió Zapag a Télam.
Fabbro, quien surgió de las divisiones inferiores de Argentinos Juniors, fue elegido como el mejor futbolista del fútbol paraguayo, en la última temporada y es la «debilidad» de Ramón Díaz.
«Por ahí hacemos un esfuerzo más, pero no podemos pagar lo que piden los paraguayos. Ojalá que se dé», le confesó hoy un dirigente ´millonario´ a Télam.
Y otra fuente dijo: «Está muy complicado, pero hacemos todo esto. por Ramón».
River, en caso de no prosperar las negociaciones por Fabbro -y ya caído lo de Ricardo Alvarez (Inter) y Matías Fernández (Fiorentina)-, tiene un plan B: Rubén Botta, el enganche de Tigre.
En tanto, por el volante central Ezequiel Cirigliano tampoco hubo nuevas noticias, tras el interés del club ruso Anzhi de la semana pasada (6.000.000 de euros).
Y lo único bueno del día fue que se solucionó lo de Carlos Luna, ex Liga de Quito. River había transferido la plata (700 mil dólares) a una cuenta del club ecuatoriano en Panamá. Pero el banco la rechazó.
Entonces la dirigencia de River giró nuevamente el dinero, pero a otra cuenta y todo se solucionó.