No hay nada mejor que una época de relax que aprovechamos para descansar o hacer las cosas que no podemos hacer durante el resto del año.
Pasar las vacaciones en pareja es, sin duda, algo agradable para muchos, pero hay que tener en cuenta ciertas premisas para que los días de ocio no se conviertan en un mar de discusiones constantes con nuestra media naranja.
Durante el resto del año, nos acostumbramos a tener unos horarios establecidos y una rutina laboral y familiar muy marcada. En estas épocas, cada miembro de la pareja tiene una “tarea” asignada, ya sea laboral o familiarmente hablando. En vacaciones, la rutina diaria se ve alterada con nuevos horarios y nuevas actividades, y es necesario adaptarse a ellos.
Durante las vacaciones, son infinidad de cosas las que pueden causar desacuerdos en la pareja: desde el lugar donde se pasarán, hasta el dinero gastado en ellas, pasando por los hijos o la suegra. El pasar mucho más tiempo juntos de lo habitual ocasiona los habituales “roces” por detalles cotidianos.
Es importante entender que, aunque estemos de vacaciones, las obligaciones siguen ahí. Un ejemplo es el de los hombres o mujeres que está acostumbrado/a a dejar la casa y los niños al cuidado del cónyuge cuando va a trabajar, y durante las vacaciones tiene tan asumido ese rol, que sigue dejando esas tareas para el otro.
Ante todo, es importante establecer unas normas y unas premisas básicas con la pareja antes de llegar a la discusión. Imponer las exigencias de uno tan sólo generará un mal ambiente que arruinará las vacaciones. Relajaos, descansad y disfrutad de vuestra relación, que no habrá nada mejor que regresar a casa con las fuerzas y el amor renovado.
Si por el contrario estás soltero. El verano y las vacaciones se convierten en una oportunidad ideal para buscar pareja.
Fuente: www.parship.es
Horacio Vivir Mejor