Lo dijo el doctor Isa en conferencia de prensa. Dijo sentirse muy dolido por la acusación y negó que vaya a accionar contra la enfermera. «Siempre estuvimos tranquilos. Desde el primer momento, nos pusimos a disposición de las familias y la Justicia», expresó.
Tras la confirmación del sobreseimiento por parte del juez de Control Daniel Muñóz, el médico terapista Martín Isa habló por primera vez en conferencia de prensa sobre la denuncia de la enfermera Edith Baigorria, quien lo acusó de provocar la muerte de dos pacientes.
En el encuentro que se desarrolló en el tercer piso de la Clínica del Sud, Isa dijo que «desde un primer momento» se puso en contacto con los familiares de las dos personas fallecidas.
El médico sostuvo que se encuentra «tranquilo» y aseguró haberse sentido apoyado por médicos y pacientes.
Añadió que nunca dejó su puesto de trabajo y aseguró que «lo ocurrido nos dejó más fuerte y unidos en el equipo de Terapia».
«Siempre estuvimos tranquilos. Desde el primer momento, nos pusimos a disposición de las familias y la Justicia», expresó.
Isa sostuvo que «nuestra forma de proceder fue siempre correcta, todo en orden».
«Nunca salimos a hablar, aunque sabían donde encontrarnos. Esperábamos pacientemente lo que decidiera la Justicia. La enfermera se ha equivocado, se ha confundido, nada más», opinó.
Para el fiscal, no hubo delito
El fiscal de Instrucción Javier Di Santo consideró en su dictamen que el delito “no se cometió” y aplicó el artículo 350 del Código Penal que refiere a la “certeza negativa”.
Las pericias químicas no permitieron develar si el médico les aplicó a los fallecidos dosis por bolo de potasio, por lo que solo quedaba en pie la acusación de la enfermera Edith Baigorria.
Según señalaron fuentes confiables, los peritos indicaron que “es imposible determinar si se les aplicó potasio con suministro externo”
Argumentaron que “después de la muerte, el cuerpo ya produce una elevada liberación de potasio, lo que impide medir factores exógenos en las causas”.
En relación al hallazgo de potasio en las muestras de humor vítreo, uno de los peritos recalcó que “se trata de una unidad independiente y la concentración de potasión puede ser diferente a la del resto del cuerpo”. Es decir, “pueden ser normales los índices en el humor vítreo y superiores en otro lugar del cuerpo”.
El informe solo confirma que las pericias no pueden ser determinantes para aseverar si el médico les aplicó ó no potasio a los pacientes.
Tampoco pudo dilucidar si el médico Isa les inyectó Morfina y Loracepam, cómo relató en su testimonial, porque “las drogas no aparecen si han sido suministradas en dosis terapeúticas, es decir en el porcentaje que el enfermo necesita”.
Al ser consultados sobre qué sucedería en casos de un suministro de altas dosis, los peritos indicaron que “en estas situaciones, se hubieran advertido”
La testimonial de Baigorria fue convincente y creíble para la Justicia, pero no pudo ser sustentada con otras declaraciones que ratificaran la denuncia.
El médico sospechado continuó trabajando en la Clínica del Sud, mientras que la enfermera fue despedida sin causa.
“Fui ilusa”
Tras conocer la visión de los peritos, la enfermera Edith Baigorria dijo que “se presumía que no se podía encontrar el potasio”.
“Fui ilusa en creer que la Justicia iba a investigar todas las irregularidades. El final será en favor del poder en el sistema de salud. Es más fácil decir que la enfermera mintió, pero yo sé que dije la verdad. Que no salga en las pericias, no quiere decir que no lo haya hecho. Será Dios quien lo juzgue y de eso no se va a salvar”, expresó en diálogo con Telediario.
Luego, añadió: “Cumplí con mi deber. No sabía que el potasio no se podía hallar, pero los médicos lo saben. El fiscal nunca me llamó para ampliar mi denuncia y creo que no se analizaron muchas cuestiones vinculadas a apresurar la muerte de estos pacientes”.