El Grupo de Curas en la Opción por los Pobres calificó de “pobre” e “insuficiente” el documento emitido el viernes por la asamblea de la Conferencia Episcopal Argentina. En el escrito, los obispos católicos retoman el tema de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura y aluden a los señalamientos de complicidad con el régimen que se le hacen a la jerarquía católica, situación que fue reconocida recientemente por el dictador Jorge Videla. Lamentan los curas que los obispos hayan perdido otra oportunidad y sostienen que “tanta reticencia durante años a llamar las cosas por su nombre no nos permite confiar plenamente como quisiéramos en la efectividad de estas declaraciones”.
Según publica el diario Página 12, el documento de la Conferencia Episcopal fue también una respuesta a un reclamo planteado por un grupo de aproximadamente cuatrocientos laicos cristianos liderados por el escribano Hernán Patiño Mayer, que exigieron a sus obispos un pronunciamiento sobre un tema que parecía definitivamente cerrado para las autoridades de la Iglesia.
En uno de los párrafos más críticos de la declaración el grupo de sacerdotes dice que “debemos confesar que nos escandaliza que ante la sociedad parezca que usar preservativo sea más grave que la tortura; que el sexo pre-matrimonial sea más grave que violar mujeres detenidas-desaparecidas; que engendrar hijos fuera del sacramento del matrimonio sea más grave que apropiarse de niños después de tirar al mar a sus padres, que la homosexualidad es una enfermedad perversa y más grave que ser un torturador o presenciar con sadismo y complicidad sesiones de tortura, que el aborto de una mujer angustiada en su situación de embarazo no deseado o provocado sea tenido por genocidio y como algo mucho más grave que arrojar personas vivas al mar, atadas, dopadas y secuestradas”.