La Pulga fue titular a 24 horas del nacimiento de su hijo. Mascherano también estuvo desde el arranque.
Su cara lo refleja. Una sonrisa gigante y plena evidencia su felicidad. Apenas 24 horas atrás, Lionel Messi veía nacer a su hijo, Thiago, y hoy ya estaba en el Camp Nou, a pocos kilómetros de la clínica donde están el bebé y su novia, Antonella Roccuzzo, para jugar con el Barcelona y ayudarlo a mantenerse como líder de la Liga española.
Enfrente estaba el Celta de Vigo y aunque el Barsa tuvo el control de la pelota, el equipo visitante no le hizo fácil el primer tiempo. Después de 20 minutos de dominio pero sin gol, con buenas llegadas de Iniesta, Messi (a los 11) y Xavi, el primer gol fue para el equipo de Tito Vilanova. Tras intentar por izquierda, la pelota lo buscó a Adriano en la derecha, quien tocó con Pedro, el encargado de tirar el centro para que el lateral pusiera el 1-0.
Sin embargo, a los 24, Celta intentó uno de sus contraataques y encontró el gol. Fue cuando Alex López probó al arco, Víctor Valdés evitó el gol pero no así el rebote, que fue tomado por Mario Bermejo, quien puso el empate que duró apenas dos minutos. Porque a los 26, en un jugada de manual del Barcelona, Villa la tocó para Iniesta, quien desbordó en la izquierda y mandó el centro atrás para el delantero español, autor del 2-1 con el que terminó el primer tiempo.
Antes del final hubo más novedades. La primera a los 38 minutos en un jugadón de Messi, que recuperó en el medio y jugó la individual. Primero, luchó con el arquero, quien lo tapó bien, y luego encaró hacia el centro y eludió a varios jugadores pero no encontró el tiro y el Celta recuperó la pelota. Un minuto después, la otra novedad fue la salida del autor del primer gol, Adriano, por un dolor en el aductor, que determinó el ingreso de Dani Alves.