Este padecimiento se presentan en niños de edad pre-escolar y escolar. Es totalmente insospechada por sus progenitores que acuden a la consulta muy preocupados y ocupados por la urgencia miccional de sus hijos, que los obliga a buscar un baño permanentemente mientras están despiertos.
Llegan a la consulta con el diagnóstico de una posible cistitis, otras piensan que su hijo tienen diabetes mellitus; lo cierto es que, el niño orina una enorme cantidad de veces en horario diurno, y a veces acaban de orinar que ya sienten deseos nuevamente, pero son micciones muy escasas, sin dolor y los niños no tienen semblantes de estar agudamente enfermos.
¿Cómo se maneja esta situación?
Esto genera una gran incomodidad para el jardín o el aula, produciendo ausentismo escolar, la duración del cuadro es variable en el tiempo, predomina más en el sexo masculino, en cuenta a su etiopatogenia, es una enfermedad psicosomática, siempre indagando y reindagando surge algún foco de conflicto en el niño, por tensiones o exigencias en el ámbito escolar o familiar.
Esto genera una gran incomodidad para el jardín o el aula, produciendo ausentismo escolar, la duración del cuadro es variable en el tiempo, predomina más en el sexo masculino, en cuenta a su etiopatogenia, es una enfermedad psicosomática, siempre indagando y reindagando surge algún foco de conflicto en el niño, por tensiones o exigencias en el ámbito escolar o familiar.
El niño no tiene fiebre, conserva su apetito y el diagnóstico se hace por descarte al dar todos sus exámenes normales, su sed es normal, por el diagnóstico diferencial con diabetes mellitus que es la que cursa con la glucemia alta, pero la diabetes insípida que cursa con glucemia normales orina un enorme volumen de litros de orina por día o un problema renal que cursa con descenso de peso y parámetros de función renal alterados.
¿Cómo llegar a la solución?
La solución llega tranquilizando a todos. Los padres deben dejar de retarlo al niño por ir tantas veces al baño y descomprimir la tensión psíquica al encontrar el foco del conflicto, con la ayuda de un profesional idóneo.
La solución llega tranquilizando a todos. Los padres deben dejar de retarlo al niño por ir tantas veces al baño y descomprimir la tensión psíquica al encontrar el foco del conflicto, con la ayuda de un profesional idóneo.
Dr. Juan Carlos Mollea
(M.P.12554. M.E. 4609)