Lo dijo Rosa, la abuela del bebé asesinado por su madre. El lunes empieza el juicio.
«Es muy difícil: no la queremos ver presa, pero necesitamos Justicia» Lo dijo Rosa, la abuela de Lautaro, el bebé de 4 meses asesinado por su madre en una vivienda de Villa Dalcar.
El lunes comienza el juicio a Yessica Moreno, quien podría recibir una condena de reclusión perpetua por el crimen ocurrido el 26 de diciembre del 2011.
Miguel Angel, abuelo del pequeño, manifestó emocionado que el día en el que ingresó a la vivienda «parecía que había sido un secuestro».
«Había todo un pueblo acá y todos preguntaban que pasó. Cuando vino la Policía, cercaron la vivienda y dijeron: no hay ninguna duda, ella lo mató», recordó.
Rosa destacó que «hasta el día de hoy no se sabe por qué lo hizo, ella dice que no recuerda ese lapso en el que se quedó sola con el chiquito».
«Si hubiese sido un asesino ó un ladrón pediríamos la peor condena, pero a ella la queríamos», reflexionó dolorida.
Hallazgo macabro
El cuerpo de Lautaro fue hallado en el techo de la vivienda donde residía, en Manuel Puebla al 1.900. Los restos fueron encontrados por personal de Investigaciones luego de una búsqueda de más de 3 horas en la que la madre había denunciado un falso secuestro de su hijo.
La mujer señaló que habían sustraído al pequeño de la casa mientras dormía y reveló la aparición de un escrito amenazante sobre un vidrio, en el que solicitaban el pago de una deuda a cambio del niño.
Sin embargo, la versión no convenció a los investigadores, quienes hallaron “muchos puntos grises en el relato”.
La sospechosa fue derivada a la sede policial donde se sometió a un extenso interrogatorio junto a su pareja. Finalmente, fue trasladada nuevamente a la casa en Villa Dalcar y tras una breve búsqueda encontraron el cuerpo del bebé sobre el techo de la unidad habitacional, envuelto en nylon y lamiplast.
El fiscal Javier Di Santo descartó rápidamente la hipótesis del secuestro y caratuló la causa como homicidio. Cuando se produjo el homicidio, la mujer se encontraba sola junto al bebé y otra menor, quien dormía.