Juan Román Riquelme garantizó que no volverá a jugar más en Boca y dejó en suspenso la continuidad de su carrera de futbolista profesional, luego de la decisión de abandonar el club tras la final de la Libertadores.
En su primera aparición pública luego de aquella noche en San Pablo, el máximo ídolo de la historia «xeneize» se pronunció «contento» con su determinación y desligó, sin nombrarlo, al DT Julio César Falcioni, con quien mantuvo una relación distante.
Además, cargó duro contra Diego Maradona, al asegurar que «lo que diga ese muchacho» no le «interesa», después de las críticas que le destinó el astro por su precipitada salida.
«Tengo palabra: no vuelvo a más a Boca. Estoy contento con la decisión que tomé, cumplí todos mis sueños», aseguró Román durante la conferencia de prensa que brindó en La Bombonera, junto al presidente Daniel Angelici y más de un centenar de periodistas.
En sintonía con su sentimiento de «vacío», que comunicó luego de perder con Corinhtians, Riquelme defendió la elección del «momento de dar un paso al costado» y negó que el caracter «raro» sobre el final de su historia en Boca.
«Lo único raro fue que jugué de visitante el último partido, después se dio como lo soñaba, jugando bien y llegando a la final de la Libertadores», agregó.
En resumen sobre su trayectoria en el club, Riquelme dijo: «Siempre soñé jugar acá y tuve suerte de hacerlo muy bien. Sabía que iba a volver en 2007, lo hice y ganamos la Copa, en 2008 volví para quedarme, en 2010 estuve cuatro meses con muletas. Pude renovar y me voy después de ganar un torneo y jugar una nueva final de la Copa Libertadores».
«Jugué un año y medio maravilloso, la gente me pedía para la selección, para algunos les parecerá poco, pero logré todos los sueños que tenía», insistió.
Riquelme, de 34 años, ganó 10 títulos en Boca entre 1996 y 2012: cinco locales, tres Copas Libertadores, una Intercontinental y una Recopa Sudamericana.
Después de reafirmar su decisión, el mediocampista no pudo explicar porque su desvinculación del club se realizó con una suspensión de contrato y no directamente con la rescisión.
Sin nombrarlo, en una clara estrategia para desconocerlo, Riquelme desligó «al entrenador» de su determinación y apuntó que a su edad no necesitaba esa figura para jugar.
«No tuvo nada que ver en mi decisión. Cumplí todos mis objetivos y no quería quedarme a cobrar un sueldo», comentó.
Sobre su futuro, el talentoso mediocampista dejó dudas: «No sé que voy a hacer ahora, estoy muy bien con mi familia, llevando a mis hijos al colegio, compartiendo tiempo con mi hermano, pero no tengo definida mi situación».
En el arreglo de su salida de Boca, Riquelme quedó liberado para jugar en cualquier club del exterior.
En otro tramo de la conferencia, el ex capitán del equipo boquense agradeció el cariño de los hinchas y reconoció que sintió emoción con el banderazo que realizaron para pedir por su vuelta.
«Me la grabaron en mi casa y cuando la vi me largué a llorar. El hincha está loco, sólo intenté jugar lo mejor posible y defender los colores del club. Soy hincha igual que ellos», declaró.
El crack también confesó que ahora juega «mejor que antes» porque, junto a sus amigos, hacen «dos partidos por semana» y hasta se animó a desafiar a un periodista para que le presente un equipo para enfrentar al suyo.
Por último, destacó la labor de su amigo Clemente Rodríguez al decir que «es el mejor jugador del futbol argentino» porque según consideró «le hace hacer todos los goles» a Lucas Viatri».