PRENSA UNRC – El libro «La última estación», de Miguel Hugo Vaca Narvaja (h), editado recientemente por UniRío Editora, tendrá su presentación en la Feria del Libro Córdoba 2012, “La literatura en el centro”.
La última estación se presentará en la ciudad capital de la provincia el jueves 13 de setiembre, a las 19.30 hs., en el Salón Obispo Mercadillo. Acompañan a la familia Vaca Narvaja el escritor Marcelo Scelso, la directora de UniRío María Elena Berruti, Hernán Vaca Narvaja y la presentación de un fragmento teatral a cargo del grupo Tres tigres de teatro.
UniRío Editora celebra la aparición del libro La última estación, de Miguel Hugo Vaca Narvaja (h), y la posibilidad de haber intervenido activamente en el proceso de edición y publicación, junto a Hernán Vaca Narvaja, uno de los hijos de Miguel Hugo.
La última estación es un libro emblemático: salen a la luz siete cuentos de un autor inédito, y lo hacen en calidad de post mortem, porque Miguel Hugo Vaca Narvaja es uno de los desaparecidos de nuestra historia argentina. De manera que el libro entrelaza el disfrute de acceder a una narrativa interesante, y la pena de constatar que la dictadura militar inaugurada en el ´76 malogró a personas que podrían haber aportado riquísimas contribuciones en más de un plano, incluido el artístico-literario.
Venciendo los resquemores propios de una tarea de esta naturaleza, la familia Vaca Narvaja decidió hacer públicos los relatos inéditos de Miguel Hugo, “Huguito”. Una vez más la vida y, por qué no, la alegría, se sobreponen y vencen a la ignominia, a la muerte, a la negación. El arte y la literatura son lo más opuesto a la desaparición, justamente por su calidad de permanencia y arraigo, aun en las situaciones más descarnadas. Los siete cuentos de La última estación funcionan como la viva prueba del aserto, y por eso la celebración, la bienvenida, la certeza de que los asesinos son, al final de las cuentas, impotentes.
El libro
La última estación es una rara avis. Un libro que entrelaza naturalmente, con fluidez, registros estéticos diferentes. Todos los registros tributan a una intención principal: el recuerdo.
Se recuerda a través de la ficción. Se recuerda a través de la objetividad de los documentos. Se recuerda apelando a la subjetividad de testimonios provenientes del amor y de la historia familiar. Se rememora haciendo uso de cartas familiares, de fotos, de relatos elaborados por personas a las que ha impresionado el destino de esta familia cordobesa. Y los recuerdos son homenajes. Y son reclamos que gritan ¡Nunca más! Y son también la clave para el placer -el descubrimiento- de la lectura.
El epígrafe del libro adelanta la hondura de su contenido, más allá de que el autor, Miguel Hugo, nunca haya supuesto -¿tal vez sí, inconcientemente? que sería considerado de esta manera: “Hay un momento en nuestras vidas en el que es preciso tomar una decisión, sea para olvidar de una vez nuestros sueños resignándonos a la mediocridad, sea para arriesgar todo en el sentido de realizarlos”. Un pensamiento fugaz, surgido de la convicción existencial, que Miguel Hugo anotó, como al pasar, en una hoja de su agenda diaria. La agenda tiene fecha del 15 de diciembre de 1974.