Silvia Bianco, viuda de uno de las víctimas en el asalto del Banco Popular Financiero, afirmó que «no hubo Justicia».
Hace 25 años, entre las 7.10 y las 7.45 de la mañana, se produjo el peor hecho criminal en la historia de Río Cuarto. 6 empleados del Banco Popular Financiero eran masacrados por un cabo policial y su cómplice, provocando el dolor y la conmoción de una ciudad y el país.
En el violento asalto murieron en el acto Rubén Bianco (37), Ángel Angellini (68) y Alejandro Muzzio (26), Víctor Meynet (44) y Ricardo Ferreyra (29). Tras 45 días de agonía también falleció Jorge Garay.
Silvia, viuda de Bianco, estaba embarazada cuando ocurrió el crimen. Debió enfrentar el duelo con sus 3 hijos y una sensación persistente de impunidad.
«Fueron 25 años de dolor, lo que perdimos fue muy doloroso. Mi bebé no conoció a su papá y los hermanos mayores fueron quienes intentaron contarle cosas del padre. Tuvimos que apelar a la ayuda de psicológos, neurólogos y psicopedagogos. Sola no podía, me superaba todo», expresó la mujer en diálogo con Telediario.
Silvia consideró que «hubo responsables que no estuvieron en el banquillo» y recordó que «muchos mintieron en el juicio».
Inicialmente, fueron detenidos Miguel Salinas y su mujer, Rosa Boni; Francisco Nievas, su concubina Nélida Bustos, el policía Miguel Coy y Juan Carlos «Garganta» Lucero. Coy no llegó a juicio, por falta de méritos y Lucero, quien acusó a Nievas y a Salinas de planear el robo, finalmente terminó absuelto. Años después falleció en un enfrentamiento a tiros en el sur del país.
«El día del asalto, Roberto Denner -gerente, único sobreviviente- tenía que viajar y mi esposo se iba a quedar a cargo de la sucursal. Tuvo que ir a retirar unos papeles a la sede central, donde hoy funciona el Galicia, y llegó un poco más tarde. Una docente de la Escuelas Pías relató que veía como lo entraban, empujándolo de la solapa del saco. Lo tironeaban porque vio lo que había sucedido adentro y por eso es el que más balazos recibe», expresó.
El 10 de octubre de 2007, la ciudad se conmovía por una decisión judicial que 5 años después genera el mismo repudio. El juez de Ejecución Penal de 3ª Nominación de Córdoba, Gustavo Alberto Arocena, dispuso la libertad de Miguel Ángel Salinas, quien cumplió 20 años de prisión por la masacre del Banco Popular Financiero (BPF).
«No estuvieron todos los responsables en el banquillo de los acusados. Por alguna causa, Salinas no habló y Nievas tampoco. Por algo se callaron. Salinas salió de la cárcel con trabajo y una casa. Hay gente que quedó afuera, otros que no estuvieron en el juicio y otros que mintieron. No estoy conforme en cómo actuó la Justicia», destacó.