El actor Diego Capusotto se prepara para poner al aire desde el próximo lunes 27 a las 22.30 por la pantalla de Canal 7 la séptima temporada del ciclo, «Peter Capusotto y sus videos».
Con la aparición de nuevos personajes que la dupla Saborido-Capusotto fue tramando en los últimos meses, la continuidad de algunos que ya forman parte de la iconografía humorística del programa como Violencia Rivas y Bombita Rodríguez y con la ausencia de otros («quizás Pomelo ya no tiene aventuras para contar», deslizó), el ciclo se planea para una serie de 12 emisiones, que llegan después de un año sin pantalla, que sirvió para el estreno de la película «Peter Capusotto y sus tres dimensiones».
En una charla con Télam para anunciar el regreso del ciclo y que no estuvo exenta ni del humor ni de la lucidez de Capusotto, el actor contó sobre sus modos de pensar la comicidad, detalló algunas ideas y no dejó de lado comentarios agudos como: «Entre Kurosawa y un noticiero me quedo con Kurosawa» o: «estamos más cerca de los hermanos Marx que de la Peluquería de Don Mateo».
Hablando sobre la construcción de los personajes y, también, sobre las limitaciones que puede imponer la repetición, Capusotto explicó que «cada personaje es un cúmulo de voluntades».
«Hay algunos -detalló-, que tienen un impacto más efímero porque el chiste está puesto en ese impacto efímero y otros tienen más desarrollo, surgen de algo muy chiquito que se va haciendo más sólido, adoptan otra carnadura y se terminan convirtiendo en clásicos del programa o terminan afianzando un concepto de lo que es el programa como un todo».
Después de un año sin aire, en el que la dupla televisiva incursionó en el cine con una película que se estrenó en enero de 2012 solo en formato 3D y convocó a más de 270.000 espectadores, convirtiéndose en el segundo filme argentino más visto del año -según datos de Ultracine-, Capusotto dice que vuelven a la pantalla chica porque «hay un espíritu que nos convoca con Pedro (Saborido) que es auténtico: tenemos ganas de hacer de vuelta el programa en la forma que lo venimos haciendo».
Sobre la decisión de continuar en la Televisión Pública por sobre otros canales con mayor audiencia cautiva, Capusotto señaló que tres años atrás les ofrecieron el pase a un canal de mayor rating pero que eligieron la posibilidad de mantener el control sobre el proceso creativo.
«El interés nuestro no es que nos vea más gente sino que priorizamos tener el control de algo que hacemos con todo el amor y garantizarnos que eso no tenga el filtro de tener que reunirte una vez por semana con un tipo que intenta explicarte por qué si cambiás esta cosita o la otra el programa va a tener dos puntos más de rating», aseguró.
Y, al mismo tiempo, hablando sobre niveles de audiencia, se ríe y dice que «hace 20 años que nosotros aparecimos con `De la cabeza` y hace 20 años que tenemos 4 puntos de rating».
«No lo digo como pose de gran perdedor -agregó-, sino que resalto que más allá de que nunca fueron un éxitos todos esos programas han tenido una pertenencia en la gente».
«A mí me hablan de rating y yo hace 20 años que tengo 4 puntos, ¿cuánto te pensás que tiene este programa? No tiene 8 puntos de rating, vos ves la planilla y ves 4 puntos. Ahora, bien `Chachachá`, que también tenía 4 puntos, sigue teniendo circulación en la gente y no ha habido muchas cosas en la televisión que hayan superado eso, inclusive las cosas que se ven hoy en el humor argentino tienen referencia a eso, porque hay algo que las generaciones nuevas tomaron de ahí, son programas que dejaron estela», asegura.
Consultado sobre qué cosas consume viendo la televisión actual, lo primero que dijo fue: «drogas», pero luego del chiste, más reflexivo, señaló: «el único ritual que tengo hoy con la televisión es mirar películas; hoy entre Kurosawa y el noticiero prefiero a Kurosawa».
Y, sin poses agregó: «Lo que más veo es fútbol o una pelea de box, que me gusta, después no hay un programa determinado que me siento a ver pero sí me puedo sorprender con algo que aparece y también es cierto que a veces la televisión me sirve para tapar vacíos tremendos que tengo en mi vida, momentos de aburrimiento de verdad, de mí mismo, de lo que me rodea. De pronto son las dos de la tarde y es un horario perfecto para morir, a mí hay veces que me pasa que necesito llenar eso con algo y prendo la tele».
Hablando sobre la continuidad o no de Pomelo y otros personajes, Capusotto dijo que «Pomelo ya está en el imaginario que pertenece a un circuito que está más emparentado al rock, que ya hizo de las suyas, que habrá alertado o no, porque no sé hasta qué punto un programa de rock alerta a ser más o menos idiota».
«Pero -continuó- es un personaje que no sé si lo vamos a seguir haciendo, ya está, como tantos otros, porque también a veces nosotros solemos ser espectadores de nuestro propio programa y hay personajes, inclusive de los clásicos, que nos resultan más contundentes que Pomelo para seguir haciéndolos, hay como una voluntad de encontrarle a Bombita (Rodríguez) o a Violencia (Rivas) otra historia, que no salen de un círculo pero que pueden ser `las nuevas aventuras de…`, mientras que por ahí Pomelo ya no tiene nuevas aventuras».
Finalmente, haciendo referencia a la manera como la realidad ingresa al programa, Capusotto señaló: «no hacemos un programa de humor político, nuestra agenda no tiene que ver con sucesos políticos pero la política es también relatada por nosotros porque nos atraviesa y nos atraviesan ciertos íconos que tienen que ver con el mundo de la política».
Y en lo que puede ser una definición de principios, consultado sobre los modos de la comicidad, concluyó: «estamos más cerca del espíritu de los Hermanos Marx adecuados a una época y a otro imaginario que a la Peluquería de Don Mateo y Sofovich, eso está claro».