Un efectivo policial de la ciudad de San Francisco protagonizó ayer un verdadero acto heroico al salvarle la vida a un niño de un año y cuatro meses que casi muere asfixiado al tragarse un chupetín.
Según informa el sitio de La Mañana de Córdoba, todo se desató ayer por la tarde cuando el caramelo se desprendió del palito y quedó alojado en su garganta del pequeño.
Inmediatamente, los familiares dieron aviso a la Policía que en pocos minutos llegó al lugar y, tras realizarle tareas de reanimación, lograron desobstruir sus vías repiratorias.
La criatura fue derivada al Hospital Iturraspe donde los médicos lograron estabilizarlo. «El pequeño reaccionó favorablemente y ya se encuentra fuera de peligro» dijeron las fuentes.