Lo dijo la hermana de la mujer de 42 años que falleció en la clínica sospechada. «A lo mejor no salía del paro que sufrió, sabíamos que estaba grave pero no era una enferma terminal. Nunca imaginamos que iba a hacer algo así con mi hermana», dijo en relación al médico.
«Le agradezco de alma a la enfermera que denunció a este médico» dijo Patricia Amaya, la hermana de la mujer de 42 años que falleció en la clínica sospechada por el deceso de dos pacientes.
La familiar manifestó en diálogo con el programa Así son las cosas en la radio, de FM Gospel, que «éste médico no hizo nada por mi hermana, me la mató (sic)»
«Nos dijeron que había sufrido dos paros. Cuando murió lo único que le pedí era que me dejaran entrar a verla, pero el médico me mandó a la morgue. Pasó como una hora y media y mi hermana tenía el cuerpo caliente; eran las 10 de la mañana. Si supuestamente había muerto a las 8,40, a esa hora debía estar helada…», relató.
Patricia señaló que su hermana tenía Lupus y que «iba y venía de la clínica, aunque no era una enferma terminal».
«A lo mejor no salía del paro que sufrió, sabíamos que estaba grave pero no era una enferma terminal. Nunca imaginamos que iba a hacer algo así con mi hermana», dijo en relación al médico.
La mujer reconoció que solo conocieron de lo que podría haber ocurrido cuando personal judicial y policial retiró el cuerpo de la fallecida durante el velatorio. El fiscal Javier Di Santo había dado la orden tras la denuncia de la enfermera que apuntó contra el médico que les habría inyectado una alta dosis de potasio a dos pacientes, quienes murieron en la Terapia Intensiva de una clínica privada.