El campeón olímpico de taekwondo habló a horas de haber ganado el oro. «Es un momento increíble, inolvidable». Contó que su hermano Mauro fue su «inspiración» y destacó el trabajo de su entrenador Giovanni Baeza.
El ganador de la medalla de oro en taekwondo, Sebastián Crismanich (25), habló a horas de haber conseguido el logro más importante en su vida deportiva.
Rebosante de felicidad, el deportista correntino de nacimiento y cordobés por adopción, recordó sus comienzos en Córdoba, provincia que eligió para vivir hace cinco años para poder desarrollar su actividad deportiva porque consideró que aquí está «el mejor taekwondo del país» con la mente puesta en poder llegar a las Olimpíadas.
Sebastián dijo que su hermano Mauro fue su «inspiración» para hacer este deporte y destacó que su entrenador Giovanni Baeza lo hizo «explotar física y técnicamente».
«Recién me está cayendo la ficha», dijo Sebastián y agradeció una y otra vez a «Córdoba que me adoptó y me siguió en todo lo que fueron estos Juegos. No veo las horas de llegar para compartir con la gente de allá», dijo el medallista.