«Lo que vivimos en el país es una especie de solidaridad invertida. Se les transfieren a las provincias la Justicia, la educación y la salud y después la Anses nos termina prestando ‘a una tasa razonable’ –que no sé cuál es- para un plan de vivienda los mismos fondos que le damos nosotros», criticó el ex gobernador de Santa Fe, Hermes Binner.
En ese sentido, el futuro candidato a diputado nacional por el Frente Amplio Progresista (FAP) consideró que el gobierno nacional ejerce un «avasallamiento» sobre las administraciones provinciales.
Por eso, ratificó la importancia de la demanda que Santa Fe realizó durante su mandato ante la Corte Suprema de Justicia para reclamar que se les devuelva y se les deje de cobrar el 15% de coparticipación que el Ejecutivo nacional retiene para mantener el sistema previsional.
Días atrás, Binner tuvo un cruce de declaraciones con Eugenio Raúl Zaffaroni, ministro del máximo tribunal de Justicia, luego de que aquel afirmara que un fallo no resolverá la discusión por fondos. Esta vez, el santafesino optó por bajar un tono a la discusión.
«No me podría enojar nunca con Zaffaroni, lo conozco desde la época del Frepaso. Pero que un miembro de la Corte nos mande a negociar con el Ejecutivo no me parece adecuado. ¿Entonces para qué está la Corte? Es necesario leer la Constitución y ver lo que dice sobre la independencia de los poderes», argumentó en diálogo con Página/12.
Por otra parte, el líder del FAP desestimó las críticas que su frente recibió por haber votado de manera dividida en el debate por la expropiación de la ex Ciccone Calcográfica. «Somos un frente conformado con ideas y experiencias diferentes», aclaró.
«Lo importante es que ninguno duda de la cuestión de fondo, que es que hay un hecho de corrupción alrededor de Ciccone. A mi modo de ver, al declarar la expropiación todo lo que haga la Justicia se vuelve abstracto», puntualizó.
Por último, al ser consultado acerca de la posibilidad de una alianza con la UCR, Binner aclaró: «Hay un debate que subyace, que es generar la oposición. Hay como una exigencia de que hay que unirse. Hay que saber a quién nos enfrentamos: este es un gobierno democrático, lo votó el 54% de la gente. En cambio, a (el dictador chileno, Augusto) Pinochet no lo votó nadie, ahí se justifica plenamente reunirse».