El expresidente Jorge Rafael Videla (1976-1983) aseguró que altos representantes de la Iglesia Católica conocieron casos de «desapariciones» durante la lucha antiguerrillera y que, además, algunos hasta se ofrecieron a brindar información a familiares de las víctimas.
La entrevista donde el exjefe del Ejército formuló las revelaciones fue publicada por la revista El Sur , de Río Cuarto (Córdoba), y reproducida parcialmente ayer en el diario «Página/12».
Entre los prelados con los que conversó sobre la cuestión, Videla mencionó al nuncio apostólico de entonces, monseñor Pío Laghi, y al cardenal primado del país, monseñor Raúl Francisco Primatesta. Ambos fallecieron, respectivamente, en 2009 y en 2006.
«Con ellos, hemos tenido muchas charlas. Se les planteó como una situación muy dolorosa y nos asesoraron sobre la forma de manejarla», dijo Videla, de 86 años, condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad.
«La Iglesia ofreció sus buenos oficios, y a familiares, de los que se tenía la certeza que no harían un uso político de la información, se les dijo que no busquen más a su hijo porque estaba muerto. La repregunta es un derecho que todas las familias tienen. Eso lo comprendió bien la Iglesia y también asumió los riesgos», agregó.
El reportaje se hizo en 2010 –cuando Videla estaba alojado en una cárcel cordobesa, mientras afrontaba uno de los juicios orales por delitos de lesa humanidad–, pero recién días atrás lo publicó El Sur.
El autor de la nota, Adolfo Ruiz, explicó que no la divulgó antes por haber dado su palabra, tras un pedido especial del exmandatario, de no publicarla hasta su muerte. «Sé que mis expresiones van a causar dolor en mucha gente», dijo Videla.
El exjefe del Estado, según el periodista, quebrantó el compromiso asumido cuando concedió una entrevista al periodista español Ricardo Angoso, que la editó en la revista Cambio 16, allá por febrero último.
Como en otras ocasiones, Videla justificó las acciones desplegadas por las Fuerzas Armadas en base a los «decretos de aniquilación» firmados por el presidente interino, Italo Argentino Luder (PJ), en 1975.