«Logramos hacer entender que la banda merecía un lugar en las grandes ligas»

Lo dijo Marcos Gómez, quien escribió el libro sobre los 12 años de vida de Banda XXI.

201 páginas para redescubrir 12 años de historia. A través de los recortes de la memoria y los documentos fotográficos y periodísticos,  Marcos Gómez logró crear «Mi banda», el libro que permite la primera reconstrucción de la vida de Banda XXI, el grupo cuartetero más importante de Río Cuarto.
Como un gol de Pablo Aimar, una interpretación del Negro Granados ó un relato de don Juan Filloy, Banda XXI se convirtió en un símbolo distintivo de la ciudad. La agrupación trascendió las fronteras íntimas y geográficas para consagrarse en escenarios de todo la Argentina.
Este miércoles, Márcos, la primera voz del grupo,  presentará “Mi Banda XXI… Crónicas de un Cantante”. La publicación apunta desde la narración y la fotografía a un detalle en forma cronológica de cada acontecimiento sucedido a lo largo de los 12 años de vida. El evento se realizará a las 20.30 horas, en la Casa de la Cultura de la Ciudad de Río Cuarto, en General Paz y Colón.
El libro no solo hace referencia a aspectos generales de la Banda sino que avanza en datos particulares por la partido de algunos de sus integrantes e intimidades de la vida artística.

– ¿Cómo logró sintetizar 12 años de historia, en un relato que, además, tiene la complejidad de una descripción cronológica?
–  Asumí un compromiso muy grande desde una pequeña inquietud. Había muchas cosas que la gente que nos sigue no sabía. Mi idea fue desentrañar que interesará a quienes han puesto un ojo a nuestra historia. Dos años después surge «Mi Banda». La idea fue hacerlo con un detalle año tras año, con la fotografía y todos los puntuales. Imágenes de lo que éramos  hace doce años y lo que somos hoy.  Fue un desafío porque narrar una historia implicó un proceso de aprendizaje.

– ¿Cómo desarrolló ese proceso de recuperar momentos, lugares, poder jerarquizarlos y dar un marco integral del recuerdo de cada año?
–  Eso fue lo más difícil porque de los primeros 4 años hay recuerdos que comienzan a borrarse. Acudí a preguntarle a mucha gente porque no había fotos digitales ni documentos en la web. Hablamos mucho con fotógrafos, en un trabajo muy intenso. Además, apelé a Miguel Alejandro que tiene una memoria increíble. Hubo que ordenar mucha información.

– ¿Cómo nació Banda XXI?
–  La Banda nace en Río Cuarto en el 99. Miguel decide abandonar la gira, tras una carrera impecable. Tenía todos los elementos para seguir haciendo cosas. El no quería dejar la música, sino bajarse de los escenarios. Tenía los músicos y el equipo de grabación. Yo escuché la nota cuando anunció la creación de una banda y me presenté. Así fue el inicio.

– Ustedes lograron romper el cerco tradicional en el que las bandas solo podían surgir de Córdoba capital…
– Fue una tarea que demandó casi 3 años. Ganar el público de Córdoba fue terrible y los primeros intentos fueron fallidos. Fuimos rodeando la capital y allí entendieron que la Banda merecía un lugar en las grandes ligas. Al principio nos vinimos sin tocar dos ó tres veces, había como una negación de los productores, los medios y la gente. Sabíamos que era cuestión de tiempo.

– La Banda logró imponer un estilo que fue más allá del cuarteto y que sumó ritmos como el merengue y otras opciones centroamericanas…
–  Si bien hubo artistas como el Negro Videla, La Barra y Jean Carlos que matizaban con la música de centroamérica, en los primeros discos de la Banda XXI se elevó la apuesta. El quinto disco tuvo mucho mambo y después volvimos a la esencia de Córdoba, pero marcando diferencias en la mezcla con la rumba y la salsa. El matíz latino marcó a fuego al grupo. En el segundo año de la Banda, cuando eran 3 los cantantes, se armaron coreografías y eso también marcó una tendencia.

– ¿Qué significa para usted la Banda XXI?
– Es parte de mi vida. He cumplido muchos sueños como artista, intérprete. Me he criado entre guitarras y bombas. Mi papá me pasó el gen de la música  y gracias a la Banda pude desarrollar esa pasión. Con el tiempo hemos superado las barreras provinciales y generamos en la gente un sentido de cariño y pertenencia. Nuestro público es dueño de nuestra historia. Hemos logrado muchas cosas pese a ser del interior y hemos llegado a todo el país, a los países de América y Europa. Hemos aportado a la cultura local y hemos puesto el estandarte de Río Cuarto en cada escenario del país. Fuimos muy respetuosos a nuestra gente y le pusimos mucha pasión. Todavía hay viento de cola para seguir haciendo muchas cosas.

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