La bandera argentina ondea en la Villa Olímpica, a menos de dos días del inicio formal de las distintas competencias en los Juegos Olímpicos londinenses.
En una ceremonia breve, pero colorida y por demás interactuada, el símbolo patrio celeste y blanco fue izado en un patio lindero al pabellón de entrada del establecimiento en donde por algo más de dos semanas se hospedarán los diferentes deportistas. Lo mismo ocurrió con las banderas de Turquía, Hong Kong y Ucrania.
Asistieron al evento, que duró menos de media hora, el titular del Comité Olímpico Argentino (COA), Gerardo Werthein; el secretario de Deporte de la Nación, Claudio Morresi; y el jefe de la misión argentina, Gabriel Curuchet, entre otros importantes dirigentes.
Entre los deportistas argentinos presentes en el acto estuvieron la mayoría de los `Gladiadores`, el seleccionado de handball masculino que por primera vez accedió a una cita olímpica, y los yudocas Paula Pareto, Emmanuel Lucenti, Héctor Campos y Cristian Schmidt.
También asistieron los gimnastas Federico Molinari y Valeria Pereyra y el solitario representante del tenis de mesa, el chino nacionalizado Liu Song.
«Se trató del primer momento `heavy` de los Juegos», graficó a Télam Sebastián Simonet, integrante del seleccionado de handball que debutará en la competencia olímpica este domingo enfrentándose a Islandia.
«Pese a que me perdí parte porque venía de entrenar y llegué tarde, me parece que estuvo buena. Hubo mucha interacción y colorido», agregó el gimnasta rosarino Federico Molinari, quien verá acción este sábado, ya con las pruebas individuales.
La ceremonia, básicamente, consistió en un breve musical de poco más de 20 minutos, en donde artistas circenses y algunos voluntarios ejecutaron una coreografía multicolor, al influjo de la música de Queen.
Los ocasionales artistas, ataviados con disfraces de diferentes tonalidades, buscaron interactuar no sólo con los deportistas sino también con parte del público que observaba la escena desde una suerte de rampa con baranda.
«A mí me encantan los musicales. Así que disfruté muchísimo de todo. La coreografía estuvo excelente, fue muy creativa. Aproveché para saltar, cantar y bailar», contó a Télam Daniela Conde, entrenadora de la gimnasta Valeria Pereyra, la deportista más joven (16 años) de la delegación nacional.
La bandera argentina, ante la atenta mirada de Werthein y Curuchet, quienes subieron a un estrado para entregar presentes a autoridades del Comité Organizador, fue izada a las 14.45 (10.45 de Buenos Aires). Previamente se había escuchado la interpretación del himno nacional argentino. Es cierto, en una versión libre y bastante acelerada.
Pero lo real y concreto es que la insignia celeste y blanca ya flamea en la Villa, a la espera de que los deportistas argentinos comiencen a competir y desanden sus respectivos caminos en la competencia internacional más célebre.