El abogado Trebuck formaliza los planteos de amparo y medidas cautelares. El viernes no pudieron abrir los locales. Los empresarios de la noche de Río Cuarto, Vicuña Mackenna y Las Perdices consideran que “se afecta el derecho a ejercer una actividad lícita”.
En el juzgado civil de Sexta Nominación se realizaron las primeras presentaciones de propietarios de cabarets de la ciudad para evitar el cierre de los locales nocturnos a partir de la aplicación de la nueva ley anti trata.
Lo confirmó el doctor Gerónimo Trebuck, abogado de los implicados, quien destacó que durante la semana ampliarán los reclamos con presentaciones de propietarios de la región.
La medida incluye recursos de amparo y medidas cautelares, según explicó el abogado, quien añadió que «la habilitación es solo para que funcionen como cabarets y no como prostíbulos»
Los empresarios de la noche de Río Cuarto, Vicuña Mackenna y Las Perdices consideran que “se afecta el derecho a ejercer una actividad lícita” y señalan que “la medida cautelar busca evitar el cierre hasta que se resuelva el planteo de fondo sobre la presunta inconstitucionalidad de la nueva normativa”.
Aunque inicialmente los recursos se iban a plantear la semana pasada, los titulares de los locales nocturnos esperaron a que la Provincia publique la reglamentación de la legislación promulgada por el gobernador José Manuel De la Sota.
Roxana, meretriz que trabaja en Le Nuit, manifestó a Telediario que “la ley deja sin trabajo a más de 100 mujeres de Río Cuarto”.
“Es una vergüenza lo que hacen. ¿A donde van a ir a trabajar las chicas? ¿Quien va a mantener a los hijos? Nos van a dar un subsidio de 1.200 pesos ¿Puede De la Sota vivir con eso?”, se preguntó.
La mujer, que realiza el trabajo sexual desde hace 15 años y es madre de dos hijos, reconoció que inició contactos con cabarets de La Pampa donde se radicará en las próximas semanas y señaló que “muchas compañeras están pensando en irse al sur”.
Roxana afirmó que “en los cabarets había más seguridad porque entraba la gente del Edecom y la Policía, teníamos libreta sanitaria y sabíamos quienes eran los clientes”.
“Yo no voy a trabajar en la calle porque no me quiero morir ó vivir golpeada”, sostuvo.