Lo dijo Eugenia Aravena, secretaria general de AMMAR, el sindicato que nuclea a las meretrices en Córdoba. «¿Por qué en los allanamientos se utiliza a nuestra compañeras como presuntas víctimas de la trata? Hay una ola de prohibir que lleva a una mayor clandestinidad», opinó en diálogo con TD Digital.
Luego de que la Provincia anunciara un programa para combatir la Trata de Personas, Eugenia Aravena, secretaria general de AMMAR – el sindicato que nuclea a las meretrices en Córdoba-, consideró que «se mezcla el trabajo sexual con la trata de personas y se quiere criminalizar una actividad que no es un delito»
«¿Por qué en los allanamientos se utiliza a nuestra compañeras como presuntas víctimas de la trata? Hay una ola de prohibir que lleva a una mayor clandestinidad», opinó en diálogo con TD Digital.
Resaltó que «se necesita una ley de trabajo sexual que regularice la situación de las mujeres mayores de edad que quieren ejercer la actividad».
«Nunca pudimos organizar a las chicas en Río Cuarto por el nivel de proxenetismo que hay. Las compañeras nos dicen que allí sufren persecuciones, amenazas y violencia por parte de la Policía. Los fiolos siempre tuvieron una participación directa en la actividad y sobre las chicas», afirmó.
La dirigente social manifestó que al hablar con las mujeres «presumiblemente víctimas de trata, manifestaban la presión de las psicólogas enviadas por el Estado para decir algo que no querían decir».
«Si se cierran los locales la prostitución seguirá desarrollándose en forma clandestina y lo mismo sucederá al hacer punible al cliente. Se trata de un acuerdo entre ambas partes y la actividad no es ilegal», aseveró.
AMMAR cuenta con 800 afiliadas en Córdoba capital y, al menos hasta ahora, la organización «no pudo hacer pie en el interior».