«Quevedo fue sorprendido junto a su hijo y una empleada por tres ladrones delgados, de pelo castaño oscuro y con anteojos de sol que a punta de pistola se llevaron paneles con joyas por un valor que iría de los 300 mil a los 500 mil pesos…»
Golpe a la Joyería: La trama de un asalto millonario a metros de Plaza Roca
Publicado el 2 de mayo de 2011
Ismael Quevedo recreó en la Joyería «El Orfebre» un proyecto familiar que después de 35 años se convirtió en una postal tradicional del microcentro riocuartense.
Ayer, fue sorprendido junto a su hijo y una empleada por tres ladrones delgados, de pelo castaño oscuro y con anteojos de sol que a punta de pistola se llevaron paneles con joyas por un valor que iría de los 300 mil a los 500 mil pesos.
El atraco se produjo a las 17,50, cuando la calle Sobremonte permite el desfile de miles de peatones y vehículos en la zona más transitada de la ciudad. A metros de Plaza Roca y en uno de los sectores que se presumen más vigilados por la seguridad policial y privada.
«Me destrozaron y me obligan a empezar de cero», admitió don Ismael, aún consternado.
Fueron reducidos en segundos por los ladrones que los maniataron sin ejercer violencia. Un cliente que ingresó en pleno accionar delictivo fue despojado de su dinero y lo encerraron en el baño.
Los sujetos, todos mayores de edad, se llevaron paños con alhajas de oro y plata, cientos de anillos y joyas que estaban para reparación.
Antes de huir lanzaron ácidos sobre las cámaras y las computadoras que registraban lo sucedido en el interior.
Se fueron sin generar violencia, escapando por la vereda hasta alcanzar una motocicleta ubicada a 150 metros. Se presume que algunas cuadras después un cómplice los esperaba con un automóvil.
Al huir, los delincuentes abandonaron un bolso con una pistola Bersa con la numeración limada y cargada de cartuchos.
La propietaria de una zapatería próxima al lugar del hecho observó cuando huían impunemente en el rodado menor. Para el resto de los comerciantes la sorpresa inicial se convertía en estupor por el accionar de los ladrones y el monto de lo sustraído.
Tras los primeros minutos posteriores al atraco, en la jefatura policial suponían que se trataba de autores inexpertos.
“Por el modus operandi no parecen delincuentes profesionales. El medio de movilidad, la distancia a la que habían dejado la moto, la actuación a cara descubierta y otros datos nos permiten suponer que se puede llegar a buen fin”, indicó el jefe de la Unidad Departamental Carlos Galbucera.
La especulación no generaba alivio sobre el hallazgo de los presuntos autores. La posibilidad de que no hubiesen actuado solo personas de la ciudad, sino que existiese una vinculación con bandas de La Pampa ó Córdoba solo sumó incertidumbre al trabajo de investigación.
El hecho, inédito por sus características y el monto del botín sustraído generó alerta entre los comerciantes que admitían que el sector ya no es lo que parecía.