Si bien los candidatos republicanos al cargo presidencial de los Estados Unidos no han dedicado mucho tiempo a las relaciones políticas con Latinoamérica, los integrantes de ésta, la otra América, nos encontrábamos pensando cuál de ellosera la mejor opción de acuerdo a nuestros intereses nacionales.
Podíamos pensar que la elección más conveniente era Romney, debido a que las políticas ultraconservadoras de Santorum nos alejarían de nuestros ideales de integración y progresismo latinoamericanos. A su vez, Romney era quien se mostraba un tanto más dúctil a los cambios a fin de atender a las necesidades de los inmigrantes hispanos.
Sin embargo, el diez de abril se terminaron los interrogantes cuando se dio a conocer que Rick Santorum ponía fin a la bipolaridad republicana en miras a la ocupación del Ejecutivo.
A pesar de la novedad del suceso, éste parecería haberse gestado ya, en el supermartes del 6 de marzo cuandoRomney ganó en seis de los diez Estados (Virginia, Vermont, Massachusetts,Idaho,Alaska y Ohio) mientras que Santorum tuvo sólo tres victorias(Tennessee, Oklahoma y Dakota del Norte). Además, a las sucesivas derrotas en Maryland, Wisconsin y Washington DC, se sumó la enfermedad genética que padece su hija Bella, por la cual la niña tuvo que estar internada dos veces en lo que va del año. Habría sido esto último el detonante para no proseguir con los eventos de campaña.
Por otra parte, el próximo 24 de abril Santorum se jugaría una gran carta, Pensylvania, de la cual fuera Gobernador años atrás. Ganar allí le sumaría unos cuantos delegados más pero perder hubiese sido el balde de agua fría que habría congelado finalmente su vida política.
En cuanto a Romney, luego del supermartes de marzo podía presumir de haber ganado en los principales Estados,teniendo en especial consideración que ningún candidato haya llegado a la Casa Blanca sin imponerse en Ohio, Estado en el cual resultó triunfante.
Muy a pesar de ésto, las mínimas diferencias no lo catapultaban como el candidato indiscutible. Si bien ya llevaba una suma de 625 delegados de los 1144, no se discutió tanto a cerca de ésto como de la cantidad de votantes que habían acudido a las urnas “con reservas”.
A pesar de que los números hasta el diez de abril lo tenían como puntero a Romney, no lograban definirlo como un candidato fuerte y aguerrido para enfrentar finalmente a Barack Obama, el candidato por los demócratas.
Entonces, ¿habrá sido la decisión de Santorum producto de “cuestiones familiares” o será una estrategia del establishment republicano para crear un candidato que unifique la pujanza de los miembros del partidoa fin de concluir con el gobierno demócrata?
BENITEZ, SILVANA MARICEL
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Ateneo de Estudios Internacionales (ADEI)