Mucho se dijo y de dice del Gobierno Nacional actual. Se pueden señalar decisiones políticas positivas y otras que no lo fueron tanto. Pero si hay algo seguro es que no conviene ser su opositor, ni mucho menos transformarse en su enemigo.
La democracia se plantea como un lugar donde, a pesar de tratarse de un régimen marcado por la violencia de la mayoría, es donde, entre los que conocemos hasta el momento, mas voces pueden hacerse oír y más «asegurada» esta la libertad de expresión.
Cotidianamente, cada ciudadano puede encausar su vida y sus relaciones entre pares de la forma que más conveniente le resulte. Pero, esa misma situación, no se puede sostener cuando se trata de la conducción de 43 millones de habitantes.
Gobernar un país, seguramente no es una tarea sencilla, y más de uno de los que criticamos a esta Presidente también debemos comprenderlo.
Cristina se encuentra gobernando en una realidad internacional que se caracteriza por el predominio del poderío económico de los actores políticos, donde empresas se transforman en agentes de decisión, muchas veces directos, sobre la economía, política y la sociedad de un país.
Pero, hay algo que no se puede dejar de lado, y es la forma por la cual este Gobierno manejó sus relaciones con sus opositores, si se quiere, más específicamente aún, a raíz de la causa Ciccone-Boudou y el apartamiento del juez Rafecas.
Resulta que nuestro país es democrático, y eso implica que nos regimos por una Constitución, que nuestra estructura de Gobierno se caracteriza por poseer un Congreso y un Poder Judicial. Nuestra Constitución establece la independencia de los tres Poderes y determina que ninguno debe ser afectado por el otro en su accionar.
A lo largo de los 29 años de democracia, fueron muchas las denuncias realizadas sobre funcionarios públicos involucrados en corrupción, lavado de dinero, tráfico de armas, entre otras. Pero justamente, 29 años de democracia en los que los políticos denunciados que fueron a juicio y resultaron condenados por sentencia son muy pocos. Con una sola mano se podrán contar e incluso sobrará.
Uno de esos casos, que incluso tuvo gran repercusión en los medios de comunicación, más aún por lo que significó para la sociedad, fue el de María Julia Alzogaray. De lo que tampoco se debe olvidar, es del juicio realizado a Saúl Carlos Menem (ex Presidente), por el tráfico de armas a Ecuador y Croacia. Ésta última causa fue polémica, no solo por las figuras políticas que involucraba, sino principalmente, por la explosión en la Fábrica Militar de Río Tercero (Córdoba) que tenía por objetivo destruir evidencias que podrían involucrar a los acusados.
En muchos países políticos, Primer Ministros, Presidentes, Ministros, que fueron sospechados e implicados en negociados y problemas de corrupción han renunciado a sus cargos voluntariamente, sin desgastar al sistema Judicial, sin transformar los Jueces en enemigos de la República, sin tornar la sociedad contra del Poder Judicial.
Me pregunto, Si Boudou es inocente, ¿Por qué no apartarse del cargo, ir a juicio y demostrar su inocencia? La negativa a esta respuesta no puede, bajo ningún punto de vista, responder a la causa de los tiempos judiciales, debido a que las cosas estaban siendo realizadas en tiempo y en forma. Pero su imagen hubiese sido totalmente diferente, de ponerse a disposición de la Justicia y permitir, que el Sistema Judicial siga su cauce de procesamiento de la causa.
Tampoco se puede aceptar la justificación en el vacío del Ejecutivo Nacional, debido a que, el Kirchnerismo, tiene en su núcleo, de políticos fieles a la Presidente, a más de una persona que pueda reemplazar, temporariamente, a Amado Boudou.
Con esta postura, no es mi intento dar lugar a que se piense que lo que estoy tratando de decir es que tal vez la oposición a través del manejo y uso del Poder Judicial pueda ejercer su rol de oposición. Ese papel, que le resguarda nuestra República Democrática y Constitucional se encuentra en el Congreso.
La estrategia del escándalo mediático, del intento de destitución, o de atentar contra el Gobierno, son argumentos que ya no convencen. Y ello queda demostrado en cada uno de los enfrentamientos de Crisitna a los grandes poderes, no solo del orden nacional, sino también internacional, como lo fue la expropiación de 51% de las acciones de YPF, pertenecientes al grupo Repsol, un grupo económico español. De haber un intento de destitución, los grandes grupos económicos opositores a su gobierno, como en otros tiempos lo han hecho, habrían intentado sacarla del poder y sin más la ayuda de poderes económico-políticos internacionales.
El apartamiento del Juez Rafecas, si se tiene en cuenta el rumor en los pasillos de tribunales, por su favoritismo al gobierno y por tanto el riesgo que corría la causa por su presunta imparcialidad (en ese momento a favor del Gobierno Nacional), que parece haber quedado en el olvido, es una muestra más de que la lógica de nuestra cultura política, de la sociedad misma y de nuestros políticos, es la de desprestigiar el Poder Judicial en cada oportunidad en que cumple con su deber de procesar, juzgar y condenar a aquellos que son gobernantes de turno.
uego del allanamiento de uno de los departamentos de Amado Boudou en Puerto Madero, con el consecuente hallazgo de pruebas que demostrarían la relación de amistad existente entre él y José María Núñez Carmona, Rafecas se transformó en enemigo número uno del Gobierno Nacional. Su castigo es la denuncia por imparcialidad y su apartamiento de la causa.
Hoy, Cristina va a realizar un acto masivo en el estadio de Vélez, donde recordará aquel 2003 donde Néstor gano con el 22%, pero también hablará de YPF y de la causa Ciccone. Nuevamente demostrará quién está del lado de quién. Lo importante que debe empezar a ocurrir es la toma de conciencia para que estos actos no sirvan mas para separar entre argentinos como amigos o enemigos por la patria, es hora de cambiar nuestra cultura política y con ella la lógica de la política.
Gherra, Estefanía Daniela
Integrante del grupo de investigación en Relaciones Internacionales de UNRC
Miembro del grupo de estudio ATENEO de estudios de Relaciones Internacionales de UNRC