No hay temas apropiados, sino modos de entrar en lo hondo”, dice María Teresa Andruetto al matutino Clarín desde su casa en las sierras cordobesas, en pleno festejo. La escritora argentina, autora de numerosos títulos para niños y jóvenes, es la ganadora del Premio Hans Christian Andersen –conocido como “el pequeño Nobel”–, considerado el más prestigioso de la literatura para niños.
El resultado se conoció ayer en la Feria del Libro Infantil de Bologna. Otorgado cada dos años por el International Board on Books for Young People (IBBY) a un escritor y un ilustrador de literatura infantil y juvenil, es la primera vez que lo gana un autor hispanoamericano.
A su vez, la Fundación Mempo Giardinelli fue galardonada con el premio IBBY-Asahi de Promoción de la Lectura por su programa “Abuelas Cuentacuentos”.
“La situación de la literatura infantil en nuestro país respecto de otras lenguas tiene que ver con la situación de la Argentina como país periférico, más allá del crecimiento que hayamos tenido”, lanza Andruetto, que reconoce al premio como un modo de difundir todas las obras de nuestro país. “Nuestra periferia como país nos marca”, dice.