Aseguran que le impidieron al joven realizar la adaptación. El caso hace 2 años que está judicializado. Tras un nuevo amparo judicial, le permitieron el ingreso al joven aunque señalaron que debía repetir cuarto año.
Los padres de Juan Manuel Suárez, el joven con discapacidad que pide concluir sus estudios secundarios en el Colegio Concordia, denunciaron que la dirección «discriminó nuevamente» a su hijo.
Según indicó a TD Digital Mario, padre del estudiante, el establecimiento le impidió incorporar una maestra integradora a las clases y luego rechazaron que continuara allí sus estudios.
Tras un nuevo amparo judicial, le permitieron el ingreso al joven aunque señalaron que debía repetir cuarto año.
«Nos dicen que no pudo asimilar los contenidos, pero le impidieron la integración. Si él no cumplió con los objetivos fue por responsabilidad de los directivos que hacen lo imposible para que no siga. Recién en el mes de agosto del año pasado nos hicieron una propuesta de adaptación que era la misma de marzo», relató.
Añadió que lo amenazaron «con dejar al chico en el patio hasta que lo vayan a buscar» si no aceptan las condiciones que impone el colegio.
«Concluir los estudios»
El año pasado los jueces de la Cámara Primera del Crimen dictaron un fallo que permitió a Juan Manuel Suárez, un joven con discapacidad mental, poder concluir los estudios secundarios en el Colegio Concordia.
Según señaló a TD Digital la doctora Eliana Peano, abogada de la familia Suárez, los magistrados Eduardo Cenzano, Julio Avalos y Roxana De Souza decidieron revocar el fallo del juez de Control Daniel Muñóz, quien había hecho lugar al planteo en contra de la continuidad de Juan Manuel, impulsado por los directivos del establecimiento educativo.
Los desacuerdos entre los padres del joven de 17 años con discapacidad cognitiva y los directivos promovieron una acción penal.
En la sentencia número 57 del Juzgado Civil y Comercial de Segunda nominación, el juez Daniel Muñoz señaló que “no se ha demostrado la inhabilidad de otras vías legales existentes, o que la elegida sea el único medio idóneo para la protección de los derechos y garantías consagrados constitucionalmente y que se denuncian vulnerados”.
“Atendiendo a que los argumentos expresados por el recurrente y la realidad fáctica trae a consideración un complejo conflicto de intereses, esto requiere una mayor amplitud de debate que excede el marco cognoscitivo de la acción, dada la característica breve del trámite que la ley le tiene asignada, determinando su inaptitud, (…) correspondiendo en consecuencia no hacer lugar a la acción interpuesta”, señaló el magistrado.
Postura del colegio
El abogado Fabián Altamirano, asesor del establecimiento, resaltó que “el joven padece de un retraso mental que limita sus posibilidades de aprendizaje”.
En el escrito ante el juez de Control al que accedió TD Digital, afirma que “no es verdad que sea infundada la decisión del colegio, ya que se fundamenta en el estado intelectual del menor y en la intención que a partir de la fecha se forme en el colegio que mejor se adapte a su intelecto”.
“Cuando ninguna escuela lo recibía, esta escuela en una actitud piadosa y de respeto a la legislación especial, lo integró desde el 5to. grado del primario cuando este tenía un 42% de coeficiente intelectual y ni el Instituto Santo Tomás lo recibía, ya que toma alumnos con coeficiente intelectual 70% para arriba”, sostuvo.
Añade en su argumentación que “el Colegio Concordia apostó a la integración, a la formación humana del menor y hasta el 3er año del secundario donde concluyó el ciclo básico”.
“Se lo incluyó con programas especiales, calificaciones especiales y personal especializado, todo con el afán de integrarlo, promocionarlo y apostar a su formación, estando satisfechos como docentes y cristianos, ya que se logró el objetivo de formación e integración planteado. A partir del 4to año los alumnos del Colegio Concordia son sometidos a un esfuerzo intelectual mayúsculo… Dadas las capacidades diferentes del menor – ostenta un grado de intelectualidad compatible con el 2do. Grado de la primaria-, se aconsejó su ingreso en una escuela que, en el ciclo orientado le permita una formación para el mundo laboral”, resaltó en el documento.
Puntualizó el abogado que “al Colegio Concordia se le hace complejo dado su ciclo de orientación especialísimo en ciencias naturales, diseñar programar para integrarlo en la faz intelectual, porque tiene una gran carga teórica en las materias apuntadas”.
Altamirano sostiene que “el Concordia se “jugó” cumpliendo una ley especial y se incentivó al menor haciéndolo formar parte de un grupo de mayor nivel intelectual, pero sus papas deben comprender que tienen un hijo con necesidades educativas especiales como dice la ley”.
”Todo es muy doloroso”
Ana María Suárez, la madre de Juan Manuel, manifestó que su hijo ingresó en quinto grado al establecimiento y logró cursar hasta tercer año “sin inconvenientes”.
“Los directivos dicen que el CBU es más complejo y que él se va a retrasar. Sin embargo, el médico nos advirtió que será contraproducente que él vaya a a otro colegio y la docente integradora estaba dispuesta a seguir acompañando a mi hijo”, sostuvo.
Juan Manuel solo cursaba algunas de las materias con promedios que superaban el siete y su máximo anhelo es concluir el secundario junto a sus compañeros.
“Para nosotros todo esto es muy doloroso. Yo quiero que mi hijo tenga su colación y se vaya de viaje de estudios con sus compañeros. Los docentes me proponen que él vaya a la escuela Luciérnagas pero eso sería un retroceso del que no va a salir”, manifestó.