La mayoría de los cabaréts funcionan fuera de los ejidos.
El juicio por Marita Verón y la eventual conexión con Río Cuarto, reactivó el debate sobre la trata de personas en la región y la proliferación de cabaréts en la ciudad y la zona.
El comisario mayor Carlos Borsatto, jefe de la Unidad Departamental de Río Cuarto, manifestó en diálogo con TD Digital que el objetivo es «regionalizar la intervención policial».
«La fuerza actúa por directivas del Juzgado Federal, aunque se hacen controles periódicos para evitar la trata de personas. Hace 15 días se clausuraron dos cabarets en Berrotarán y Achiras por desarrollarse fuera del ejido municipal y no contar con la documentación», indicó.
Borsato sostuvo que «es fundamental la tarea con la Comunidad Regional, para poder interactuar con los intendentes en la faz preventiva».
«Cuando hay sospechas de trata de personas se llega al lugar con orden de allanamiento de Juzgado Federal y se suman a los operativos Gendarmería y la Policía Federal», expresó.
Borsatto dijo que «Río Cuarto no está excento del contexto nacional en la problemática de la trata» y reconoció que «hay un flujo constante de personas que son trasladadas a diferentes provincias».
El jefe policial negó que hayan sido contactado por investigadores de Tucumán por el aporte de una riocuartense que podría ser testigo clave en el juicio por Marita Verón.
La madre de la joven secuestrada, Susana Trimarco, señaló que una riocuartense habría tomado contacto con la joven tucumana cuando permaneció en un prostíbulo de la provincia de La Rioja.
Esa mujer pudo librarse del mundo de la prostitución de manera fortuita cuando la propia Trimarco se presentó con la policía al cabaret riojano Candilejas.