Los semanarios Oggi e Chi mostraron cómo estos políticos disfrutaban, acompañados de sus familias, de paradisíacas playas como las que se encuentran en la isla de Madhiriguraidhoo, lugares accesibles sólo para multimillonarios como los jugadores de fútbol Christian Panucci o Francesco Totti, que allí estaban.
Algunos de los políticos que fueron fotografiados son Renato Schifani, presidente del Senado, Gianfranco Fini, presidente de la Cámara de diputados, Pier Ferdinando Casini, líder de Unión de Centro Democrático, Francesco Rutelli, senador, o Stefania Craxi, viceministra durante el Gobierno de Silvio Berlusconi.
Hubo quienes salieron rápidamente a defenderse de los ataques, argumentando que el dinero de sus vacaciones lo habían ganado honestamente. La compañera de Fini, Elisabetta Tulliani, no ha mostrado pudor por sus vacaciones en las Maldivas. «Gianfranco [Fin] ha cumplido 60 años. Como esto no sucede todos los días, hemos querido celebrarlo de una manera agradable».
La mujer de Fini luego ha tratado de explicar que no todo era maravilloso. «Haciendo dos inmersiones al día, el tiempo que quedaba para hacer otra cosa era muy poco. Con la barca empleábamos una hora en llegar al punto de inmersión, después pasábamos cuarenta minutos de submarinismo, otra hora para volver, te quitabas todo el equipo, volvíamos a la habitación…Toda la mañana pasaba así», añadía Tulliani.
Precisamente este miércoles, el primer ministro italiano Mario Monti defendía la necesidad de seguir aplicando medidas de ajuste que, reconocía, hacen sufrir a muchos italianos. En medio de una de las peores crisis económicas que ha vivido el país, la prensa ha comenzado a preguntarse sobre esta actitud ostentosa de sus políticos que demuestra poco recato a la hora de pasarlo a lo grande, gracias, en parte, a sueldos generosos que se han «salvado» de los recortes y ajustes a los que sí ha sido sometida la población italiana.