Mariano Suárez, enviado especial
Un perfil ecléctico -que habilita el retorno del cuartetero Carlos “La Mona” Jiménez después de 24 años- y una renovada apuesta por los artistas de alcance masivo demarcarán los contornos de la 52da. edición del Festival de Folclore de Cosquín, que se inaugurará el viernes.
El festival, que será emitido por la Televisión Pública, se extenderá a través de diez noches hasta el domingo 29 y tendrá en su jornada de estreno la presentación del salteño Oscar “Chaqueño” Palavecino como concierto central.
La programación ofrece una diversidad hacia afuera de las fronteras de la música de raíz folclórica (como es el caso de Jiménez o la bailarina clásica Eleonora Cassano), pero dentro de su propio universo estético exhibe tensiones a veces mal resueltas entre el valor musical y el desborde festivalero que, en algunos casos, se revelan como términos opuestos.
La extensión -acaso desmesurada- del principal escenario folclórico del país (alrededor de 25 números por noche) permite, sin embargo, encontrar (a veces con espacio central, en otras como espectáculos marginales) a artistas notables como los tucumanos Miguel Angel Estrella o Juan Falú.
Se mantendrá inalterada la columbra vertebral acostumbrada con los convocantes Chaqueño Palavecino, Soledad, Jorge Rojas, Abel Pintos, Los Nocheros como también -ya en otro campo estético- Raly Barrionuevo, León Gieco, Teresa Parodi, Peteco Carabajal, el Dúo Coplanacu o Jairo.
Entre esas figuras, el festival también alumbrará un espacio para algunas presencias del circuito folclórico en ascenso, pletóricas de promesas y de materiales ya consumados.
En esa grilla relucen el jujeño Bruno Arias, el rosarino Franco Luciani, el trío cordobés MJC, o la confluencia chamamecera de los hermanos Juan y Marcos Nuñez con Chacho Ruiz Guiñazú.
El rubro de las ausencias, a las ya habituales (entre las que habrá que computar a artistas de la envergadura de Dino Saluzzi o Liliana Herrero) se agregan las de Melania Pérez, el dúo Juan Quintero-Luna Monti o un espacio para la Orquesta Popular de Cámara «Chango Farías Gómez», ahora liderada por Rubén «Mono» Izaurralde, un guiño olvidado a la memoria del fallecido músico santiagueño.
El caso de Quintero y Monti refleja en buena medida el costado cruel que el festival depara a los artistas, sometidos a una programación en disputa hasta el minuto de salir a escena.
El dúo ahora ausente, vivió esa experiencia en la edición 2007 cuando fue víctima del maltrato del público al ser forzado a un «bis» para cubrir la espera de Jorge Rojas.
Sobre la evolución del Festival, Falú, que se presentará el miércoles 25 con una delegación de su provincia (de la que no forma parte ya que actúa como artista contratado), se manifestó partidario de «un retorno de las estampas provincianas».
«Cuando yo debuté como adolescente en el festival tenían un rol preponderante que lueo fueron perdiendo», aseguró.
A su turno, el salteño César Isella, ex integrante de Los Fronterizos, consideró que «no se sostiene un festival con 25 números por noche», aunque destacó que «no hay mala intención de los organizadores, que laburan como locos».
En ese contexto, quien tendrá un espacio privilegiado es el cordobés La Mona Jiménez, quien intentará remendar en la noche del martes 24 el recital inconcluso que dejó en la edición de 1988.
«Lo que pasó aquella vez fue que llevé más gente que los demás. Dentro de la plaza habían vendido hasta tres veces la misma butaca y cuando largué la primera canción los chicos rompieron los alambrados y entraron todos los que estaban afuera. Hubo desmanes, desmayos y corridas con la policía. Quiero tener la alegría de terminar ese show que no pude terminar», afirmó Jiménez.
Como es habitual, buena parte del suceso del festival ocurrirá más allá del escenario principal de la plaza Próspero Molina.
Si bien no estarán las peñas del Dúo Coplanacu ni la casa de Facundo Toro, habrá espacios a cargo de Los Carabajal, Sergio Galleguillo, Los Manseros Santiagueños y Los Duendes de la Salamanca, entre otros.
Habrá, además, un especio denominado «Previa» desde el sábado 21 (a las 21, una hora antes del comienzo de la emisión televisiva), artistas en crecimiento mostrarán sus propuestas ante la populosa plaza.
Las entradas al público, según el día, ofertas de paquete y ubicación, costarán entre 20 y 250 pesos.