Uno de los beneficiarios denunció que entregaron boxes «a personas que no trabajaban como vendedores». Hay muchos que no les gusta lo que pasó y se han quejado», afirmó.
Se cumplió un mes de la apertura de la Feria del Progreso, donde fueron relocalizados más de 30 vendedores callejeros y aunque hubo una baja en las ventas, domina la confianza sobre un crecimiento de la actividad.
Una de las vendedoras resaltó en diálogo con Telediario que «la Feria está funcionando bien, ingresa mucha gente y todos quieren conocer el lugar».
«Lo están viendo como un paseo de compras y nosotros tratamos de darle una oferta variada. Las ventas no son como en la calle, pero creemos que va a mejorar», aseveró.
Otro de los beneficiarios, quien comercializa cds de películas y Playstation admitió que «son más los que consultan que los que compran».
«Pasan, chusmean y nada más. Se nota mucho la diferencia con la calle pero estamos acá para defender este lugar», subrayó.
En el interior de la galería hay varios comercios cerrados debido a que los titulares se encuentran aprovechando el turismo serrano.
Entre los vendedores hay marcado malestar por la designación de algunos boxes de la feria a personas que no habrían realizado previamente la actividad.
«En algunos casos estamos conformes y en otros no. Hay gente, entre 3 y 4 puestos, que tiene un box y no son vendedores de la calle, no se de donde salieron. Hay muchos que no les gusta lo que pasó y se han quejado», afirmó.