Se llama Paula Seminara y se hizo conocida por Dieguitos y Mafaldas, canción que Joaquín Sabina escribió y cantó inspirado en ella. Fanática de Boca, esta mujer que ya tiene más de 30 protagonizó un noviazgo con el cantautor español, pero luego lo dejó cuando en plena popular de La Bombonera se enamoró de quien luego sería su marido. Consumado un nuevo título del equipo xeneize, Paula asegura que el amor de su vida es la camiseta azul y oro y dice que sigue yendo a la cancha, pero ahora a la platea.
“Boca es el amor de mi vida. Lo hago con pasión. Por Boca lloro, me enojo, me emociono, es un sentimiento muy fuerte. Y me siento parte de la institución. Ahora disfruto de colaborar con el club, paso muchos días, muchas horas, en el estadio. Empecé trabajando en el Departamento de Exterior. Y no paré. Fundamos la filial de La Matanza. Y surgió lo de la Secretaría de la Mujer…”, cuenta Seminara en una charla en plena Bombonera con el diario deportivo español As.
Claro, Paula no sólo es fanática de Boca. Trabaja en la Secretaría de la Mujer, un área que impulsa la participación femenina en la institución. “Acá hay personas que me llaman La dama de hierro porque tengo carácter para trabajar. Pero con mis compañeros tengo una relación excelente. Soy firme, tal vez por eso me llaman así”, dice ella.
Sobre aquella canción de Sabina y el amor que alguna vez los unió, prefiere no hablar mucho. “Me imaginé que la canción iba a gustar, realmente es hermosa. Me pinta de pies a cabeza. Tal cual. Me reconozco en cada letra. Pero no quiero hablar del tema”, se excusa. Y es que cuando el tema aún no estaba terminado, el músico español viajó a España y entonces ella conoció a Ariel. Se enamoraron en plena popular de La Bombonera, se casaron, tuvieron dos hijos, pero ahora están separados. Igual, por estos días Paula está contenta. “Volvimos a salir campeones. Va a ser un fin de año a tope“, confiesa.