De todas maneras continuará el juicio. El joven busca concluir sus estudios en el establecimiento al sur de la ciudad. Luego de que los jueces de la Cámara Primera del Crimen dictaran un fallo que permitirá a Juan Manuel Suárez, un joven con discapacidad mental, poder continuar los estudios secundarios en el Colegio Concordia, el abogado del centro educativo confirmó a TD Digital que no apelarán la decisión judicial.
El doctor Fabián Altamirano señaló que «no se va a recurrir esta resolución, aunque la postura del colegio es continuar con el proceso judicial hasta las últimas instancias».
Tras el fallo de la Cámara que revocó la decisión del juez de Control Daniel Muñóz, el juicio vuelve a fojas cero y expone a las partes a otro desgastante proceso que expone la situación de Juan Manuel.
«El joven ha terminado el año y cualquier recurso tendría un efecto dilatorio. Vamos a acatar lo que establece la resolución y todo queda como al comienzo. Igualmente, la Cámara no le dio la razón a ninguna de las partes, solo se limitó a revocar lo dictaminado por el juez de Control», subrayó.
Altamirano insistió en que «ess inviable que el chico pueda cursar el cuarto año porque tiene la mentalidad de una criatura de 7 años».
«Podríamos estar el año que viene litigando para saber si tenía razón el joven de ingresar a cuarto año, cuando en realidad ya lo cumplió. Sin embargo, la decisión del colegio es continuar hasta agotar las instancias», aseveró.
El fallo
Los jueces de la Cámara Primera del Crimen dictaron un fallo que permitirá a Suárez, un joven con discapacidad mental, poder concluir los estudios secundarios en el Colegio Concordia.
Según señaló a TD Digital la doctora Eliana Peano, abogada de la familia Suárez, los magistrados Eduardo Cenzano, Julio Avalos y Roxana De Souza decidieron revocar el fallo del juez de Control Daniel Muñóz, quien había hecho lugar al planteo en contra de la continuidad de Juan Manuel, impulsado por los directivos del establecimiento educativo.
El amparo impulsado por la familia de Juan Manuel se había iniciado el pasado 4 de marzo y tras el dictamen de la Cámara esperan que el colegio también permita el ingreso a las aulas de la maestra integradora. La docente es fundamental para la adaptación del alumno y su formación pedagógica.
Juez de Control
El juez de Control Daniel Muñóz había rechazado el amparo planteado por la familia de Juan Manuel para que continúe como alumno regular del cuarto año del CBU en el colegio Concordia.
Los desacuerdos entre los padres del joven de 17 años con discapacidad cognitiva y los directivos promovió una acción penal.
En la sentencia número 57 del Juzgado Civil y Comercial de Segunda nominación, el juez Daniel Muñoz señaló que “no se ha demostrado la inhabilidad de otras vías legales existentes, o que la elegida sea el único medio idóneo para la protección de los derechos y garantías consagrados constitucionalmente y que se denuncian vulnerados”.
“Atendiendo a que los argumentos expresados por el recurrente y la realidad fáctica trae a consideración un complejo conflicto de intereses, esto requiere una mayor amplitud de debate que excede el marco cognoscitivo de la acción, dada la característica breve del trámite que la ley le tiene asignada, determinando su inaptitud, (…) correspondiendo en consecuencia no hacer lugar a la acción interpuesta”, señaló el magistrado.
Postura del colegio
El abogado Fabián Altamirano, asesor del establecimiento, resaltó que “el joven padece de un retraso mental que limita sus posibilidades de aprendizaje”.
En el escrito ante el juez de Control al que accedió TD Digital, afirma que “no es verdad que sea infundada la decisión del colegio, ya que se fundamenta en el estado intelectual del menor y en la intención que a partir de la fecha se forme en el colegio que mejor se adapte a su intelecto”.
“Cuando ninguna escuela lo recibía, esta escuela en una actitud piadosa y de respeto a la legislación especial, lo integró desde el 5to. grado del primario cuando este tenía un 42% de coeficiente intelectual y ni el Instituto Santo Tomás lo recibía, ya que toma alumnos con coeficiente intelectual 70% para arriba”, sostuvo.
Añade en su argumentación que “el Colegio Concordia apostó a la integración, a la formación humana del menor y hasta el 3er año del secundario donde concluyó el ciclo básico”.
“Se lo incluyó con programas especiales, calificaciones especiales y personal especializado, todo con el afán de integrarlo, promocionarlo y apostar a su formación, estando satisfechos como docentes y cristianos, ya que se logró el objetivo de formación e integración planteado. A partir del 4to año los alumnos del Colegio Concordia son sometidos a un esfuerzo intelectual mayúsculo… Dadas las capacidades diferentes del menor – ostenta un grado de intelectualidad compatible con el 2do. Grado de la primaria-, se aconsejó su ingreso en una escuela que, en el ciclo orientado le permita una formación para el mundo laboral”, resaltó en el documento.
Puntualizó el abogado que “al Colegio Concordia se le hace complejo dado su ciclo de orientación especialísimo en ciencias naturales, diseñar programar para integrarlo en la faz intelectual, porque tiene una gran carga teórica en las materias apuntadas”.
Altamirano sostiene que “el Concordia se “jugó” cumpliendo una ley especial y se incentivó al menor haciéndolo formar parte de un grupo de mayor nivel intelectual, pero sus papas deben comprender que tienen un hijo con necesidades educativas especiales como dice la ley”.
«Todo es muy doloroso»
Ana María Suárez, la madre de Juan Manuel, manifestó que su hijo ingresó en quinto grado al establecimiento y logró cursar hasta tercer año “sin inconvenientes”.
“Los directivos dicen que el CBU es más complejo y que él se va a retrasar. Sin embargo, el médico nos advirtió que será contraproducente que él vaya a a otro colegio y la docente integradora estaba dispuesta a seguir acompañando a mi hijo”, sostuvo.
Juan Manuel solo cursaba algunas de las materias con promedios que superaban el siete y su máximo anhelo es concluir el secundario junto a sus compañeros.
“Para nosotros todo esto es muy doloroso. Yo quiero que mi hijo tenga su colación y se vaya de viaje de estudios con sus compañeros. Los docentes me proponen que él vaya a la escuela Luciérnagas pero eso sería un retroceso del que no va a salir”, manifestó.
Por Pablo Callejón (callejonpablo@yahoo.com.ar)
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