Sagarraga señaló que hubo un trato desigual con el sindicalista de Surrbac «por su color de piel y porque usa tatuajes». Resaltó que no participaron de la pericia sobre las muestras de sangre. Di Santo pidió investigar si fueron adulteradas.
Luego de que el fiscal de Instrucción Javier Di Santo iniciara una investigación para determinar si fueron adulteradas las muestras de sangre de Jorge «Coco» Mercado – el sindicalista de Surrbac que conducía la camioneta de Gamsur que protagonizó un accidente fatal sobre ruta 8-, el abogado defensor cuestionó duramente la medida.
«Me llama la atención que se haga la investigación ahora y no en el momento oportuno. A los fines defensivos me hubiera convenido que la pericia de alcohol en sangre hubiera dado positivo, en función que encuadraría mejor la conducta de Mercado en la figura de homicidio culposo», opinó.
Sagarraga añadió que «la intención del fiscal es tirar un manto de sospecha sobre las muestras»
«Ni Mercado, ni la defensa tuvieron contacto con las muestras ni con quien las extrajo. No sabemos ni conocemos quien hizo las pericias. Mi defendido dijo que había tomado dos latas de cerveza y nada más. Si la pericia dio negativa, deberá investigar el fiscal», aseveró.
Para el abogado, «hay hijos y entenados en la Justicia» y añadió: «Campagnaro era un futbolista adinerado que no estuvo ni un minuto preso y Mercado pertenece a otra clase social, tiene la piel de otro calor, está tatuado, se come las eses y es sindicalista. Las cárceles están llenas de jóvenes, pobres y de piel oscura».
Sospechas
Los médicos que lo asistieron a Mercado indicaron que tenía intoxicación por halitosis alcohólica y todos los testigos, civiles y policías, coincidieron en que estaba alcoholizado el imputado de homicidio y lesiones culposas calificadas.
Sin embargo, generó sorpresa el resultado del análisis efectuado por la Policía Judicial, que indicaba «la ausencia de alcohol u otras sustancias».
Di Santo confirmó a Telediario que intentan determinar una posible violación del medio de prueba y decidió abrir una causa para revisar la ruta del traslado y el procedimiento de laboratorio.
Las muestras habían sido embaladas, con cintas herméticamente cerradas y enviadas a través de un correo privado. En el lugar de recepción se indicó que el paquete había llegado en iguales condiciones.
La madrugada del accidente, Mercado regresaba desde Sampacho tras disfrutar del baile de Sabroso. Iba acompañado de Claudio Altamirano, otro sindicalista de Surrbac, quien salvó milagrosamente su vida.
Lo curioso es que Altamirano dio positivo en el análisis de alcoholemia y Mercado, quien conducía en forma zigzagueante, con los ojos enrojecidos y presunta halitosis alcohólica, obtuvo un resultado pericial negativo.
El juez de Control Daniel Muñóz había sostenido en su resolución para mantener la prisión de Mercado que “surge con claridad el estado de ebriedad” en el que estaba el imputado.
El magistrado, en coincidencia con lo planteado por el fiscal Di Santo, aseveró que Mercado “padeciendo los efectos de una intoxicación alcohólica, al zigzaguear sobre la ruta con evidente pérdida del dominio de la Ford Ranger que conducía, se cruzó hacia la banquina contraria y al pretender retomar la carpeta asfáltica embistió de frente a la Fiat Ivecco, vehículo que ante la maniobra imprevista, intentó evitar la colisión sin éxito dirigiéndose hacia la mano contraria donde se aproximaba a alta velocidad” la camioneta de Gamsur.
En libertad
Mercado esperará el juicio en libertad luego de que la Cámara del Crimen resolviera que “resulta más que evidente que no puede extraerse ningún indicio que demuestre que el imputado constituiría un riesgo concreto para el proceso”
“Todo lo contrario. No registra antecedentes penales computables, tiene domicilio fijo donde vive con su familia y es persona de trabajo. No existen indicios de que el prevenido tratará de eludir la acción de la justicia ni entorpecer las investigaciones”, sostuvo el fallo.
Añadió que “no puede dejar de tenerse presente, que en este caso a Mercado sólo se le atribuyen sucesos delictivos con consecuencias fatales y lesivas no queridas”
“En atención al mínimo de pena aplicable en su caso (2 años de prisión), en el caso de que sea hallado culpable, permite inferir la imposición de una condena relativamente leve”, precisaron los jueces de la Cámara.
Sobre la conducta que asumió el imputado tras el accidente y que fue descripta por los policías que lo detuvieron, consideraron que “aparecen como datos insuficientes” para probar “existencia de peligro procesal concreto”.
Los magistrados cuestionaron el fallo del juez de Control que ratificó la prisión preventiva, al recordar uno de los argumentos: “…Corresponde reputar también negativos los datos legales que informan sobre la personalidad moral de Mercado… desde la gravedad comitiva que excede el estándar de la figura básica, abonada por una actitud desproporcionada frente al rol que le tocó jugar de manera decisiva en el homicidio y lesiones causadas, se puede conformar el encierro cautelar ante la constatación de la peligrosidad legal requerida respecto de la personalidad del imputado”.
Ante la postura del juez de Control, desde la Cámara aseveraron que “el argumento revela que la razón fundamental por la cual el a-quo mantiene la prisión preventiva es intentar evitar que el imputado, en libertad, continúe delinquiendo. Y ello constituye una inadmisible sustancialización de la prisión preventiva, en tanto la convierte en una pena”
“De un lado a otro”
Héctor Manzano vive sus días postrado sobre una cama ortópedica. La operación en la cadera resultó exitosa pero el proceso de recuperación demorará meses. El pasado viernes llegó en sillas de ruedas a Tribunales para declarar ante el fiscal Javier Di Santo lo que vió la madrugada que impactó una camioneta Ford Ranger de Gamsur contra su combi Iveco.
Manzano hizo un detallado relato de la forma zigzagueante en la que se acercaba la unidad y el impacto que no pudo evitar sobre la ruta 8, camino a Sampacho.
El sobreviviente de la tragedia en el que murió su compañero de viajes, Pedro Fredes, rompió el silencio en diálogo con Telediario y habló por primera vez del violento episodio.
Manzano evitó definirse sobre la situación procesal de “Coco” Mercado y espera que la Justicia pueda dar las respuestas a un hecho que cambió su vida para siempre.
“Veía una luz que iba de un lado para el otro y aunque le hice señas, no pude evitar el choque”, destacó el conductor de la combi. Dijo que todo el tiempo estuvo lúcido y pudo observar el arribo de la camioneta que llegaba en sentido contrario.
“Ese día me levanté a las 5 de la mañana, tomé unos mates, después cargué gasoil y me fui por ruta 8. Pasé la caminera de Holmberg y cuando superamos el Cementerio empezó todo. Veía luces raras, se movía, no estaba quieto el vehículo”, recordó.
Añadió que tomaba referencia del zig zag de la camioneta por el resto de los rodados que iban detrás, en una misma línea sobre la carpeta asfáltica.
“Le hice señas de luces pero no había caso. Más cerca, mi compañero me dice: mirá este hijo de puta lo que hace. Levanté el pie del acelerador, hice de nuevo señas de luces pero ya lo tenía a 50 metros. Noté la luz distinta, se balanceaba y pisaba la banquina mía. Pegué el volantazo para esquivarlo y la camioneta lo hizo al revés. Se vino derecho al lado del acompañante y no tuve más escapatoria”, sostuvo.
Afirmó que la combi se trasladó varios metros por el impacto y una lluvia de vidrios le caía sobre el rostro. “La camioneta venía fuerte. No puedo dar una precisión pero venía 130 ó 140 kilómetros por hora”; indicó el transportista.
Manzano ratificó el testimonio del remisero y las pasajeros que se conducían hacia Holmberg, constituidos en testigos claves del accidente. Fueron los primeros en señalar que debieron tirarse a la banquina para no ser colisionados por la Ranger y dieron aviso a la Policía sobre lo que iba a ocurrir.
“Se acercó un hombre canoso y le dije que no podía respirar. Me apretaba el cinturón de seguridad y el panel. Una de las mujeres que estaba con él me quiso ayudar pero se quemaba las manos con los cables”, precisó.
No lo pudo ver a Mercado, aunque logró observar a Claudio Altamirano, acompañante de la pickup, quien se encontraba gravemente herido en el suelo y era asistido por personal de emergencias.
Pedro Fredes, quien viajaba con Manzano en la combi, falleció en forma instantánea. Eran amigos de toda la vida y se había convertido en compañeros de viaje para el traslado de mercaderías desde Río Cuarto a San Luis.
“Podría haber sido la tragedia para cualquiera. Si la camioneta chocaba contra un auto, con una familia, el desastre hubiera sido mayor”, se lamentó.
Esta mañana habló durante una hora en Tribunales y “no daba más”. El dolor en la cadera y las piernas resultaron “insoportable”.
Profundamente emocionado dijo que “confía en la Justicia” pero pide “volver a trabajar”. Los costos de recuperación significaron un estrago económico familiar y necesita recuperar sus ingresos mensuales. “Perdí todo lo que tenía y necesito sustentar a mi familia, no puedo más”, finalizó.
Por Pablo Callejón (callejonpablo@yahoo.com.ar)
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