Gino volvió a casa. Poco menos de veinticuatro horas después del momento en que lo encontraron, casi ahogado, dentro de su pileta, el nene de dos años se reencontró con su pelota de rugby y con sus dibujitos en la tele. Y también con su mascota, que no dejó de saltarle y tirarle lengüetazos al ver su llegada. Es Eva, la perra Labrador de seis meses que, gracias a sus desesperados aullidos, logró que su inseparable amiguito fuera rescatado a tiempo. Justo para que ambos, después de casi un día que pareció una eternidad, volvieran a estar juntos. Porque Gino no sólo volvió a casa. Volvió a la vida, y todo por el instinto de su fiel mascota.
Fuente: Clarín