Al menos tres personas murieron y otras 80 resultaron heridas en diversos enfrentamientos en Egipto horas antes de que comience este martes la “marcha del millón” convocada contra la cúpula militar gobernante en demanda de una rápida democratización.
Los principales choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad se produjeron en la ciudad de Ismailiya, en el noreste de Egipto, informó la agencia DPA citando a medios oficiales y fuentes médicas.
Las fuerzas de seguridad reprimieron las protestas registradas en la madrugada utilizando balas de goma y gas lacrimógeno, provocando la muerte de tres personas y heridas a unas 60.
Los otros enfrentamientos, en los que hubo unos 20 heridos, se registraron en la mañana en la plaza Tahrir de El Cairo, donde volvieron a chocar manifestantes con las fuerzas de seguridad.
Según fuentes médicas citadas por las agencias internacionales y la televisión, algunos de los heridos fueron alcanzados por balas de goma en la cara. Los médicos instalaron una clínica provisional cerca de la ya mítica plaza, escenario del levantamiento que terminó con el gobierno de Hosni Mubarak en febrero pasado.
Un total de 38 grupos opositores convocaron para este martes una “marcha del millón”, a la que se adelantaron numerosas personas que pasaron la noche en la plaza Tahrir, para obligar al gobierno militar a traspasar el poder a un gobierno civil.
Los influyentes Hermanos Musulmanes, grupo islamista que presuntamente obtendría buenos resultados en las elecciones parlamentarias que comenzarán el próximo lunes, anunciaron que no participarán en la marcha.
Ante la violencia de las protestas, el gobierno de transición del primer ministro Essam Sharaf anunció en la noche del lunes su dimisión. Su suerte pende ahora de que la renuncia sea aceptada por el líder del gobernante Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, Mohammed Hussein Tantawi.
Paralelamente, los militares llamaron a los partidos políticos a solucionar juntos la crisis, convocatoria que fue aceptada de inmediato por los Hermanos Musulmanes.
«La única forma de salir de la crisis es cumplir las demandas justas de los manifestantes, celebrar elecciones parlamentarias a tiempo y establecer un calendario para la transferencia del poder antes de mediados de 2012», señaló la agrupación en un comunicado.
Las protestas coincidieron con la publicación de un documento de Amnistía Internacional (AI) en el que afirma que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas egipcio «ha fracasado completamente» en su intento de mejorar la situación de los derechos humanos en el país.
«Con el uso de los tribunales militares para juzgar a miles de civiles, la represión contra protestas pacíficas y la extensión de la vigencia de la Ley de Emergencia de Mubarak, el Consejo Supremo continuó con la tradición de mandato represivo contra el que los manifestantes del 25 de enero lucharon duramente», declaró el director del AI para Medio Oriente, Philip Luther.
«Aquellos que han desafiado o criticado al Consejo Supremo, como manifestantes, periodistas, blogueros, huelguistas, fueron suprimidos sin piedad, en un intento de silenciar sus voces», agregó.
«El balance de la actuación en derechos humanos del Consejo Supremo muestra que, tras nueve meses al frente del país, los objetivos y aspiraciones de la revolución del 25 de enero fueron aplastados. La respuesta dura y con mano de hierro a las protestas en los últimos días superan todos los récords de la era Mubarak», concluyó Luther.
Al iniciarse el cuarto día de protestas violentas contra el gobierno militar, la cantidad de muertos oscilan entre 24 y 33 y la de heridos supera el millar, según fuentes del ministerio del Interior de Egipto y de la oposición.
Fuente: Telam